ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]

22. Tensiones

Salimos a recibir al matrimonio y al pequeño. Zulema se fue con David a encender la barbacoa, mientras Alicia y yo nos dedicamos a preparar la carne y una ensalada dentro de la caravana.

- Oye tenéis esto muy cuqui, en plan casa – contestó Alicia desconcertada.

- Es nuestra casa, la ha decorado Zulema y es verdad que no le falta un detalle – dejé escapar un suspiro.

- Lo que daría yo porque David fuera la mitad de atento que Zulema, ¿siempre es así? -.

Me quedé pensando y le dije – Pues, la verdad que quitando el carácter del demonio que tiene, es sencillamente perfecta, atenta, protectora... –.

Iba a entrar a la caravana y escuché que Maca y Alicia estaban hablando de mí, entré de sorpresa dejando a la rubia con cara de cuadro – Lo del carácter es verdad, pero lo de perfecta se aleja mucho de la realidad rubia – le guiñé un ojo - ¿Tenéis la carne por ahí?, Ah y Alicia, David que si le llevas una cerveza, cógela de la nevera -.

Alicia cogió la cerveza y salió de la caravana. La rubia estaba preparando todo en una bandeja a toda velocidad con la cabeza agachada, desde que las he pillado hablando sigue en la misma posición. Me acerqué por detrás, rodeando su cintura con mis brazos y le dije al oído – Así que perfecta... vaya – le di la vuelta y la besé con ternura – Aquí la única que es perfecta y maravillosa eres tú -. Ahora fue ella la que se abalanzó sobre mis labios, era un beso lento, cargado de pasión, en el que nos estábamos diciendo muchas cosas sin pronunciarlas, hasta que escuchamos – Zulema, ¿Te has perdido buscando la carne? Oh pe... perdón – me separé de la rubia dejándole un piquito en los labios a lo que me sonrió, cogí la bandeja y salí con David que se había quedado avergonzado por la interrupción.

- Lo siento de verdad, no pretendía interrumpir -.

- No pasa nada hombre, era solo un beso jaja – solté una carcajada final.

- Sinceramente, parecía que te la querías comer amiga jajaja, ayer en la playa también os vi, se ve que lleváis una vida sexual bastante activa – contesté como si estuviera hablando con uno de mis amigotes del bar.

- Eso no es de tu incumbencia – respondí pensando que me caía bien y no resulta ser más que otro puto baboso.

- Joder Zulema, no me lo tomes a mal era una broma... lo decía en plan bien y con envidia de la sana, no pretendía ser un machista asqueroso -.

Carraspeé – Perdona, siempre estoy a la defensiva y envidia ¿de qué? ¿de que la rubia esté conmigo o qué? – mi mente pasaba de 0 a 100 en milésimas de segundo -.

- No, no, por dios, me quedó muy claro la otra vez que Macarena no se mira, envidia de una vida sexual activa. Y en todo caso tú eres más mi prototipo que ella, es hermosa no lo tomes a mal, pero tú tienes algo que engancha – dije mirando a Zulema con algo de deseo.

- Me alegra que te quedara claro, pero deja que te dé un consejo, si me estás tirando la caña o intentas tener algo conmigo, procura que la rubia no te escuche, parece un angelito pero puede llegar a ser peor que yo – le guiñé un ojo. ¿Por qué coño no lo has parado en seco Zulema?, acabas de dejarle la puerta abierta a tener un lío, puta loca ¿Qué quieres perder a Macarena? Y con esa idea dándome vueltas en la cabeza empecé poner la carne en la barbacoa.

- Vaya... parece que nos entendemos más de la cuenta – respondí anonadado ante la posibilidad de tener un lío con Zulema, cosa que no descarto si se me da la oportunidad.

Hice la barbacoa junto a David y su arte de la seducción, aunque no me molestaba del todo. Pues claro, si es que siempre me ha gustado que me empotren, lo de la rubia es temporal y lo que te viene más a mano, tú nunca podrás amar a nadie solo que le estás cogiendo cariño... a la primera oportunidad te acabarás acostando con un tío, por eso no te disgusta la idea de un affaire con David.