17. Reconciliación

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Aquí les dejo otro capítulo!! Gracias por los comentarios y favs!! 

- No era tan difícil, solo era pedir disculpas. Pero quiero que entiendas algo, no hay cosa que me moleste más en la vida que me amenacen o que intenten darme celos con otras personas. Mi propia madre me vendió cuando era una niña a un hombre mucho mayor que yo, arrancó a mi hija de mis brazos nada más nacer, la vi una sola vez cuando tenía 6 años, y luego Sandoval la mató por mi culpa, por eso entiende que mi ser no acepte la posibilidad de que te vayas con alguien más cuando te acuestas conmigo -. Respondí a la rubia en lo que era un momento de debilidad. – Que no confíes en mí lo entiendo, pero, por favor, no me amenaces con marcharte – me abracé a ella rodeando su cadera con mis manos.

- Lo siento cariño... yo esto... te juro que lo estaba haciendo en plan broma. Quiero hacer el amor esta noche, pero contigo... solo contigo. Perdóname por ser tan inmadura y no ver que no te tienes que ganar mi confianza, porque con todo lo que has hecho ya la tienes. Te prometo que esto no volverá a pasar. ¿Te parece si ahora que está todo claro hacemos borrón y cuenta nueva? –.

- Me parece bien -.

- Hola, soy Macarena Ferreiro, Licenciada en empresariales, estoy fugada de la cárcel de Cruz del Norte, en busca y captura y pretendo cuidarte y llegar a entenderte -.

- Zulema Zahir, mi vida ya la conoces y mi intención es que reescribamos nuestra historia -.

- Zulema Zahir, mi vida ya la conoces y mi intención es que reescribamos nuestra historia -

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Nos empezamos a besar con urgencia, le quité la sudadera a Zulema, nos pusimos de pie para quitarnos el pantalón y esta vez fui yo la que tomó la iniciativa y la empujé sobre la cama, tumbándome sobre ella – Hoy no te me escapas – y volví a besarla

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Nos empezamos a besar con urgencia, le quité la sudadera a Zulema, nos pusimos de pie para quitarnos el pantalón y esta vez fui yo la que tomó la iniciativa y la empujé sobre la cama, tumbándome sobre ella – Hoy no te me escapas – y volví a besarla.

Empecé a bajar por su cuello en un camino de besos, metí las manos detrás de su espalda para desabrochar el sujetador, el que quité con habilidad. Bajé por su vientre besándolo suavemente hasta llegar al borde de sus bragas, dejando un beso por encima de la tela noté como empezaba a temblar y poco a poco las fui bajando con mis manos, lanzándolas a algún lugar de la caravana. Volví a sus labios, los que saboreé con suavidad y le sonreí mirándola a los ojos.

ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora