¿Quién es?

3.9K 206 7
                                    

Paseo Strank 56, aquí estaba sentada en un banco mirando el río que cruzaba hasta el otro lado. Observaba las múltiples parejas que conducían en bicicletas, caminaban sumidos en una charla entre risas o paraban a picotear un aperitivo frente a la naturaleza. Suspiré dentro de mi nube imaginaria casi agotada mentalmente y pronto explotó cada posible pensamiento para encontrarme con la vida real.

- Fallon, ¿Me estás prestando atención? -Alcé la mirada en su dirección y asentí-. ¡No me estás escuchando!

- Arun, de verdad que sí -Me abofeteaba en mi cabeza-. Solo estaba pensando que ya es un poco tarde.

- ¿Tarde? Tu jefe te ha dado un fin de semana entero de libertad, algo bueno habrás hecho para merecerlo -Sujetó una botella de agua y tragó con rapidez-. Es Viernes, no podemos estar eternamente aquí paradas.

Mi amiga Arundhati, la primera vez que nos conocimos fue en los baños públicos de una discoteca y ambas estábamos totalmente borrachas casi arrastrándonos por el suelo. Terminamos hablando de una gamberrada que ella había ocasionado y por esta razón no podía salir a la vista de nadie, así que nuestro mejor plan fue salir con una ventana 4x4cm y acabar con la ropa destruida y sucia. Era de esas casualidades eternas, una vez que aparecen ya no se van.

- ¿Y qué propones?

- Estaría bien si me presentaras a algún chico -Su mirada picara era acompañada de codazos insinuantes-. Desde que empecé a trabajar en el hospital no he tenido tiempo de salir ni a tomar una copa.

- ¿Y a quién quieres que te presente? Los únicos que conozco son del instituto y tú ya has mostrado tu desaprobación hacia ellos.

- Hombres blancos, casados, con hijos y trabajos para sobrevivir en una vida rutinaria y mediocre -Me miró de reojo alzando una ceja-. Soy india, mis exigencias van a otro nivel.

Ambas reímos y quedé pensando, Arun era muy provocativa y social, estudió medicina y hace poco empezó a trabajar en el hospital central, lo que le quitaba tanto tiempo que llevaría meses sin comunicarse con nadie.

- ¿Qué hay de los chicos de los que me has hablado? -Sonó su voz nuevamente-. Esos misteriosos y peligrosos, me tienen intrigada ¿No te da curiosidad?

- ¿Te has vuelto loca? -Abrí la boca en forma de sorpresa y al mismo tiempo para seguir quejándome, pero me interrumpió.

- Venga, estás dando cosas por sentado y no te digo que lo que te ha pasado no sea una locura demencial, pero no vas a averiguar nada de brazos cruzados.

- ¿Y la solución es presentártelos?

- ¿Porqué no? Escribe al chico con el que tanto hablas, dile que si le apetece juntarnos todos, incluida yo -Hizo hincapié en esto último-. Y salimos por ahí.

Estos días me estaba rodeando de personas muy tercas y acababan haciendo conmigo lo que les daba la gana, ella era como una bomba a punto de estallar, puedes verla muy tranquila pero si algo no le gusta mejor que salgas corriendo un par de metros antes de que explote en tu cara. Agarré el teléfono y Arun se encargó de personalizar y mandar el mensaje a Harry, persona que al principio no supo encontrar pero de alguna manera intuyó que se trataba de él.

Ni un minuto pasó hasta que sonó el característico timbre del móvil y puse la pantalla entre ambas para poder leer.

Harry:

Casual, 20:00 p.m.

Av/Golden Nº79 

- ¿Golden? -Su entrecejo llegó a formarse en uno-. ¿Has estado rodeada de millonarios y vengo a enterarme ahora?

Negué con la cabeza divertida, esta mujer no tenía remedio alguno.

FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora