Llevamos un largo rato mirándonos a los ojos, divagando por todas nuestras facciones sin dirigirnos palabra. Forma una tímida y corta sonrisa intentando ser cálido con la situación, se percata del frío que me invade para retirarse su ancha chaqueta y depositarla sobre mis hombros.
- ¿Cómo has estado? -Pregunto una vez me siento tranquila en su presencia.
- ¿Quieres que te cuente la parte buena o la mala?
Tiene una expresión fresca, risueña e incluso divertida, alzo los hombros sin mucho interés en ambas partes dándole paso a seguir hablando.
- La buena es que he sobrevivido, conseguí terminar con todo rastro de J.Jason Malik y sus antecedentes, obtuve una vida normal y dentro de lo que cabe; sana. La mala es que me detuvieron y no puedo viajar fuera del país, sigo limpiando mi imagen y pagando un costo precio.
Asiento levemente mientras cogemos rumbo por la avenida escuchando la brisa marina. Le veo diferente, tiene un brillo indescifrable en los ojos, sonríe como un niño y parece disfrutar de la caminata. Está tranquilo sin necesidad de mantener una conversación, guarda las manos en los bolsillos delanteros de su vaquero oscuro y ladea la cabeza tarareando una canción desconocida. Frunzo el ceño intentando comprender cómo ha sucedido esto, debería estar con Lewis en casa descansando, no en el río con un Harry renovado y es hasta ahora que me percato de que he pensando en su nombre por primera vez después de dos años íntegros.
- ¿Y tú qué tal lo llevas por New York? Te veo muy cambiada.
- Me las he apañado.
- ¿Todo bien en el trabajo? -Vuelvo a asentir fijándome en el suelo, sé que él me observa-. Y... ¿Hay alguien en tu vida?
Traga saliva tan duro que consigo oírlo, parece nervioso con la respuesta, mantengo un momento de silencio pensando si debería hablarle con la verdad o esperar que una mentira haga pasar esta noche lo antes posible, pero he mentido tanto tiempo que siento que se lo debo a la única persona qué, irónicamente, me conoce de verdad. Esbozo una sonrisa cansada con el recuerdo en mente de la vez que el pelinegro me empujó con tanta fuerza contra el armario que consiguió romper el espejo interior con mi cuerpo, acaricio mi brazo izquierdo que tiene las pruebas de la escena en diminutas y firmes cortadas.
- Hay un hombre -Admito, noto cómo suspira desganado-. Vivo con él.
- Entonces vais en serio.
- Algo así.
- ¿Te trata bien?
Vuelvo a encogerme en mí como si me hiciera pequeña, quisiera decirle que realmente no es una vida mágica pero solo pienso en su demencia, en su ira resplandeciente y la sangre derramada entre sus manos.
- Todo lo posible.
- Eso es bueno, importante.
- Bueno, me niego a pensar que tú no estás con alguien -Hablo con un tono algo más amistoso, cambiando el tema sin que se de cuenta.
- ¿Por qué piensas eso? -Alza una ceja curioso.
- No eres alguien feo a simple vista.
- Que alago más extraño de tu parte -Deja escapar una leve risa y niega con sutileza-. Pues aunque sí he tenido encuentros sexuales con algunas mujeres, nada del otro mundo.
Me arrepiento de preguntarle, la imagen del moreno en la cama con una delgaducha de metro setenta y largo me revuelve el estómago. Sus rizos despeinados de la alocada noche, el sudor en su pecho por el esfuerzo y el ambiente pesado por el fogueo desprendido de ambos cuerpos, me irrita pensarlo. Lewis, es el único hombre que debo mantener en la cabeza, es quien me ha demostrado amor, a su manera, me ha dado un hogar pero también me ha hecho sumisa física y mentalmente de él.
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Falling
RandomDesconocedora de la avaricia de un padre obsesivo con su hija tendrá que verse envuelta en sangre y descubrir porqué fue educada para matar y qué le ocultaron durante toda su vida. Alguien que en un principio no está conectado con ella la ayudará de...