La boca del lobo

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Debí imaginar que vivir en un Castillo no era de gente muy estándar, pero igual me dispongo a acompañarle a petición suya y ahora me avergüenzo de mi atuendo, podía ser mejor. Después de varias puertas acristaladas con oro en los laterales entramos a una sala gigantesca llena de librerías, instrumentos, columnas, ventanales, etc. En ella hay dos personas de espaldas con las misma vestimenta de traje pero en color azul marino con detalles plateados y se giran al escuchar nuestros pasos.

- Bienvenidos -Dice el rubio extendiendo la mano-. Si no les importa hoy vengo acompañado, ella es Fallon Persh.

- Encantados.

Dos hombres de la misma edad que Gael y su padre, se sientan en unas cómodas sillas y comienzan a hablar de asuntos que no comprendo, ni siquiera les presto atención y creo que es mejor así. Todavía estoy conmocionada de dónde me he metido y con quién. Le escribo un mensaje a Tai emocionada de esta noticia y no tarda en contestar eufórica mandando mil mensajes de voz. A juzgar por los ruidos tras ella sé que no está sola, hay más gente y no me refiero a solo su novio.

La reunión termina y me percato de que es tarde, ya son las diez de la noche y el lugar apagó todas las luces del interior, además había más seguridad fuera. Gael me acompañaba con una mano posada en mi espalda sin hacer presión y en la entrada veo un Rolls-Royce. Me sorprende la amabilidad con la que abre la puerta y espera que acepte, todo en él me alucina sin tener que ver con su estilo de vida.

- Te llevaré a casa -Pone el coche en marcha después de sonreír-. ¿Dirección?

- Baldwin Street.

- ¿Te lo has pasado bien?

- Debiste decirme antes que eres un príncipe -Digo bajando la cabeza.

- Suele influir en las decisiones de las chicas que invito a salir.

- ¿Te dicen que no?

- ¿Bromeas? -Levanta una ceja carismático-. Se mueren por venir a mi casa, algo que obviamente tengo prohibido si tu intención es conocer a los reyes.

- Así que me has invitado porque...

- Porque quería conocerte -Me dedica otra sonrisa-. No todos los días tengo la oportunidad de conocer a alguien del exterior, normalmente estamos obligados a residir en el Castillo y casarnos con alguna alianza extranjera.

- ¿Entonces no tienes amigos?

Soy directa, quizás un poco insensible y quiero que me trague la tierra en ese momento pero él no le da la misma importancia y sigue sonriendo, conduce con naturalidad y relajado, una pequeña risa baja se le escapa.

- Digamos que no -Carraspea-. He estudiado toda mi vida en casa, salimos a comer de vez en cuando en zonas privadas y evitamos ser vistos por el ojo público, pero encontrarme contigo ha sido una grata sorpresa.

- Así que no te veré por la calle ni volveremos a coincidir -Afirmo.

Aparca enfrente de mi jardín donde le indico con la mano y queda un segundo mirándome, asimilando mis palabras y procesando las siguientes.

- Es una lástima, pero así debe ser -Besa mi mano con sutileza-. Espero que lo hayas pasado bien, y que me recuerdes.

¿Cómo lo iba a olvidar? Conocí a una eminencia, habla conmigo y se interesa por mí, todo en un encuentro fortuito. Me despido y entro a mi pequeño hogar que está completamente iluminado y me llevo una sorpresa al ver que todavía hay un partido de fútbol. Las luces de la pantalla revotan en los cristales y sin dedicarles tiempo subo a mi cuarto para conseguir descansar.

...

Domingo, 13:00 p.m. Recién me levanto y tengo un montón de llamadas perdidas, es mi amiga desesperada porque debería haber ido a su casa hace una hora, pero estoy envuelta en sábanas. Mando un mensaje tranquilizador y me dispongo a vestirme, sin desayunar me despido y cojo el coche de Niall. Aparco en la acera de Tai y frunzo el ceño al encontrarme un coche muy familiar, confundida e intrigada toco la puerta y Gref salta en mis brazos como si hiciera siglos que no me ve, correspondo y quedo callada. En el jardín trasero está Conall dándose un baño con mi amiga, juegan con el agua y ríen, pero eso no me alarma, mi corazón va a mil por hora cada paso que doy hacia ellos, cada centímetro que acorto siento que me falta el aire, algo era obvio y es que Tai conoce a Harry, pero lo que no me encaja es; qué hace Dylan aquí.

FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora