No quiero ser como tú

3.2K 172 8
                                    

Dicen que cuando escuchas un disparo, es porque la bala no te ha alcanzado.

Cinco minutos bastaron para abrir los ojos y que él hubiera desaparecido, pero no, al contrario, estaba sentado en el suelo con los brazos cruzados sobre sus rodillas mientras me miraba serio, inspeccionando cada parte de mí. Ninguno se atrevió a dar el primer paso para empezar a hablar y lo peor es que no había nada de qué hablar.

Comenzó a levantarse lento y extendió su mano en mi dirección para que le acompañara por el largo pasillo oscuro, a lo que accedí sin acoger su acto todavía impactada. Una moto Hammann Soltador Cruiser se hizo presente al salir de este, tan solo tenía un asiento pero se las apañó para ocupar el menor espacio posible e indicarme que hiciera lo mismo tras él.

Diez años atrás me subí por primera vez en una motocicleta, era una Honda CB125F que mi padre se había comprado para impresionar a mi madre por su aniversario y no tardó en darnos una vuelta a mí y a mi hermano, después de eso nos enseñó unos pequeños trucos para controlarla a la perfección y en mantener el equilibrio con un buen agarre de pies, más tarde se aficionó en que nuestra familia compitiera en las carreras nacionales, algo que jamás sucedió.

Harry esperó unos segundos a que le rodeara con los brazos para no caerme, pero como ya dije; No era ninguna aficionada respecto al tema. Pareció molestarle que no cediera y que ni siquiera le dirigiera una palabra para explicarme, pero él tampoco tuvo intención de aclarar su pequeña escena demencial. Arrancó con tanta fuerza que casi era difícil mandar las instrucciones a mis piernas que actuaban automáticamente, cruzamos semáforos en rojo recibiendo pitidos de varios coches, las luces se difuminaban a la velocidad de la luz tanto que el efecto túnel apareció en mí, lo que me hacía rezar porque el conductor tuviera total consciencia de que si seguía así podía matarnos a ambos. Igual parecía no importarle eso ahora mismo, con más agresividad cogía velocidad y el viento impactaba contra mi cara la cual intentaba ocultar sobre su espalda, bajo túneles, sobre puentes y largas carreteras repletas de tráfico nocturno se pasó los treinta minutos antes de llegar a mi casa.

Ya me encontraba en la puerta, me temblaban las manos y con gran torpeza las llaves cayeron al suelo, Harry posicionó su mano derecha en el marco haciendo ruido cerca de mi oído por lo que me giré algo alborota.

- A primera hora te llegará una reserva a tu nombre para el Banyan Tree Sanctuary -Por primera vez dijo algo y no era exactamente lo que me esperaba, mi cara ya podía manifestar mi desaprobación y que a continuación venían preguntas y quejas, pero antes prefirió dar él sus explicaciones-. Es cortesía de los Malik, no tengo nada que ver -Se inclinó hacia atrás volviendo a una distancia normal-. Al parecer has estado haciendo turnos de más y J.Jason quiere compensarte, además tiene que reunirse con una gente importante y quiere que estés presente.

- ¿Importante sobre la empresa? -Negó y sonrió.

Sin despedirse arranco de nuevo la moto y se fue dejando un estruendo por toda la calle, incluso provocando que los vecinos más cercanos encendieran la luz de sus cuartos para asomarse a descubrir quién les había robado el sueño. Al entrar pude ver una nota apoyada sobre una foto de mi familia y bajo esta, una caja tamaño normal negra, similar a la primera que recibí en mi oficina pero esta sin ningún lazo. No podía encontrarme más aterrada en ese momento ¿Cómo consiguió entrar?

Señorita Persh, espero no sonar repentino, mañana tengo una reunión de urgencia y me gustaría que me acompañara como sucesora, debido a las prisas y su puesto de trabajo le pagaré en mayor recompensa y podrá disfrutar tres días de la estancia junto a mi familia.

FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora