Bala perdida

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Jugaba con el lápiz, dando vueltas y mordiéndolo de vez en cuándo al tiempo que apuntaba datos en el cuaderno sin realmente percatarme de lo que escribía. La reunión con el señor J.Jason Malik había procedido hace una hora y todavía no iba ni por la mitad, como ya aclaré; Mi presencia en estos actos de negocios no era necesaria, pero al parecer era un tema importante para los distribuidores y las secretarias de todas las plantas estaban de baja temporal.

- Bueno, presten atención a lo siguiente -Comenzó otro hombre rubio y canoso a hablar mientras pasaba la diapositiva reflejada en la blanca pared-. Es una escala de los anteriores y próximo ingresos de la empresa que...

Cómo iba a entender nada de lo que decía, habían pasado dos semanas desde la última vez que lo vi. No, no me refiero a nuestra repentina despedida, eso fue hace dos y media. Lo volví a ver de camino a mi casa, rondaba por la calle con mucha prisa y parecía estar en alerta, recuerdo mi corazón desbocarse descontrolado, pidiendo mentalmente que no mirara en mi dirección, pero el destino fue caprichoso.

Después de eso me pasaba los días y las horas pensando en él, nadie había notado mi ausencia en ese aspecto, ni siquiera Arun que ahora trataba el tema de la cena con gracia. No mantenía la mente clara, me venían escenas fugaces de buenos momentos y otros que no lo fueron tanto, preguntándome porqué su aura era tan impactante y oscura, porqué debía tener esa faceta en su vida y no la cambiaba, porqué su estado de ánimo variaba a cada minuto, pero la incógnita que más duro golpeaba era; Porqué no se ha molestado en regresar.

Era caprichoso pensar así, me aterraba tan solo verlo a una distancia de seguridad, no paraba de repetir la película en mi cabeza, la sangre de un hombre formando un charco a su alrededor, su cara totalmente desfigurada, los puños de él incrustados en ella, los agujeros de balas en su pecho, estómago y frente, tres hombres capacitados para afrontar tal situación sin hacer nada, siendo testigos de un asesinato, manteniendo la mirada con un cadáver, sujetándolo y guardándolo en una bolsa cualquiera como si su vida no hubiera importado jamás, como si nunca hubiera existido.

Sí, era caprichoso, yo misma lo alejé sin dejarse explicar ¿Qué más tenía que aclarar? Ni siquiera teníamos una relación amistosa, pero me importaba, me dolía no saber de él, si estaba bien o si pensaba en lo sucedido, ¿Él también esperaba que yo regresara?

Louis y Liam intentaron contactar conmigo, ellos casi eran considerados amigos, pero sabía lo que hacían, no solo Harry cargaba con toda la culpa, su grupo podía ser igual o peor que él. Por eso, no respondí, insistían cada día y pude comprender que tuvieron alguna charla entre ellos, él explicando mi decisión de separarnos y el resto entendiendo que fuera de su ámbito nadie está acostumbrado a ver muertos en la calle. Así era en mi cabeza, o no sabían nada y podían imaginar mi temor hacia ellos.

- Entonces, señorita Persh, le aconsejo que empiece a escasear en empleados de laboratorio, quedando tan solo aquellos que tengan múltiples capacidades -Desperté del trance al nombrarme por primera vez-. ¿Está de acuerdo?

- Sí claro, por supuesto, me parece perfecto -Firmé un papel que deslizaron hasta mi asiento-. Si me disculpan, tengo que irme, ha sido un placer hacer negocios con ustedes.

Todos me dedicaron una sonrisa, incluido mi jefe. En la planta baja se notaba un gran alboroto de gente trabajando, otros tan solo pasaban por allí de camino a la cafetería pero entre tanta gente, pude verlo, sereno y manteniendo la compostura, como solo ellos sabían impresionar con su presencia.

- Fallon Persh -En su tono se encontraba un poco de sorpresa e intriga-. No creí que te volvería a ver.

- Si buscas a tu padre está en la novena planta -Señalé esquivando presentaciones y que la cosa se alargara.

FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora