No sé porqué mis sentidos no reaccionan a esas amenazas, ni a su nombre, apenas quiero esforzarme en mirar si se encuentra cerca. Solo río una vez más y lo guardo como si no hubiera pasado nada dirigiéndome al moreno con deseo, colocándome encima de él a horcajadas. Siento sus manos en mi trasero tocando la piel por el corto y fino pantalón, sube por toda mi desnuda espalda proporcionando caricias que a causa de la droga son intensificadas y me tienta a lanzarme.
- ¿Todo bien? -Dice pegándome para poder hablar en mi oído.
Remuevo mi cabello a un lado y rozo nuestras narices, hay tensión sexual notable en el ambiente y ambos nos dedicamos una sonrisa traviesa, cargada de deseo. Poso mis labios sobre los suyos sin darle el placer de besarnos aún.
- ¿Acaso importa eso ahora?
Esboza una sonrisa y juega con su labio el cual muerde al apretar mi trasero para pegarme aún más. En un rápido gesto consigue capturar mi boca, tiene unos labios jugosos, el tacto es cada vez más provocador mientras siento mi móvil arder en el bolsillo con llamadas y mensajes incansables. Mi mente viaja con la música y el cuerpo de Ryan, tiro del cuello abierto de su camiseta y noto como le invade la desesperación por estar solos y hacer de las suyas.
- ¡Páguense un hotel! -Grita bastante alto Tom.
- ¡Vaya escena estáis montado! -Dice Clarke entre risas.
Nos separamos para reír y le veo levantar una ceja dudoso, relame su labio mientras me mira atractivo, sabe que me mata con eso.
- ¡A mí no me importaría! -Admite.
- ¿Crees que a mí sí?
Abre su boca de sorpresa y se levanta de inmediato sacándome de encima, apunto mi número en una servilleta que le dejo a Clarke en su bolsillo delantero. El moreno me guía por toda la sala guiñándole el ojo a alguna modelo que pasa por ahí, salimos del local sintiendo el aire fresco por segunda vez en toda la noche y de repente se gira para volver a devorarme con deseo, pegándome a la pared y dejando a los presentes de la cola atónitos.
- Me estás volviendo loco desde que te vi entrar -Murmura.
Baja sus manos hasta mis piernas que se ven obligadas a engancharse a su cadera, camina hasta el parking trasero y saca con dificultad la llave de un coche que se deja apreciar por las luces del desbloqueo de puertas. Abre una puerta trasera y me recuesta en los cómodos sillones posicionándose encima de mí. Viaja su mano por todo mi abdomen hasta entrar en los pantalones y jugar con mi intimidad mientras se aleja para observar mi cara divertido, disfrutando.
Arqueo la espalda por el placer dado y pronto nos incorporamos asustados al escuchar dos disparos en cada rueda cerca de nosotros. El corazón me iba a cien por las drogas y ahora me va a mil, por alguna razón vuelvo a verlo todo tricolor alrededor de las formas y me han entrado ganas de reír. Salimos yo con ayuda del apoyo de Ryan para no caerme torpemente en la bajada, mi mirada viaja a un Harry serio, enfadado, de nuevo con ese misterio y peligro embriagador. Tiene las venas de sus brazos resaltadas y se ve completamente sexy, agitado y seguramente queriendo matarnos a los dos.
- ¡Joder Harry que susto!
- ¿Lo conoces? -Dice el moreno a mi lado-. ¿Debo llamar a la policía?
- ¡No hombre! -Elevo las manos como si fuera una locura, pero siendo racional es lo que deberíamos hacer.
- ¡Ven ahora mismo! -Ordena Styles todavía a distancia.
- ¿Te crees mi padre o qué?
Me giro hacia Ryan sin querer tropezando con él y volviendo a quedar muy cerca, deposito un beso inocente en sus labios y soy arrastrada hacia atrás sin oponerme. Veo la silueta de este desaparecer y no sé donde me encuentro ahora, solo noto cómo me arrastro por una pared llegando a tocar al suelo agotada y la mano caliente de Harry agarrarme por los cachetes presionando un poco para que reaccione, cabreado.
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Falling
RandomDesconocedora de la avaricia de un padre obsesivo con su hija tendrá que verse envuelta en sangre y descubrir porqué fue educada para matar y qué le ocultaron durante toda su vida. Alguien que en un principio no está conectado con ella la ayudará de...