Adiós.

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- ¿Por qué iba con ventaja? -La ronca y profunda endemoniada voz de Harry sonaba en el pasillo mientras hablaba con Liam-. Se suponía que mi coche tenía más kilómetros por hora, pero Miller iba muy por delante.

Un estruendo golpe se hizo notar, dando a entender que su mano impactó contra la pared de metal, descargando toda su ira. Payne se intentó explicar, paso por paso indicó cómo lo hizo y entonces todos quedaron en silencio, procesando que: Charlie conocía el sabotaje y tenía un plan B o debíamos desconfiar de alguno de nosotros.

Estaba tumbada en la cama de emergencias que se encuentra en la habitación más alta del edificio, donde los inspectores técnicos no alcanzan a ver y si se produce una emboscada tampoco llegan hasta aquí. Tenía una enorme venda rodeándome por el abdomen. Elordi fue rápido operando, lo malo es que con las prisas no me puso anestesia así que Styles se quedó conmigo para que apretara su mano en vez de moverme y estropear el trabajo del médico. Después de eso me encontraba más débil e inconsciente de mi alrededor, al parecer, estaba a punto de morir cuando crucé las amplias puertas del portal y me estaban tratando de revivir y salvar al mismo tiempo, así que se puede decir que estuve muerta por un momento.

Me encontraba conectada al oxígeno, a un tubo dentro de mis venas que me transportaba los nutrientes necesarios ya que no era capaz de comer por mi misma y a varios cables que se aseguraban de que mi ritmo cardíaco siguiera funcionando con normalidad.

Habían pasado doce horas de mi fatal estado, los chicos discutían fuera sobre las probabilidades que habían en un mundo paralelo de cagarla y Malik simplemente esperó fuera escuchando las múltiples peleas hasta que se decidió por entrar.

- ¿Cómo te encuentras? -Preguntó amablemente tomando asiento a mi lado.

- Mínimo estoy viva -Me permito bromear en una risa baja-. ¿Cómo están ellos?

Señalé con la cabeza hacia la ventana que refleja tres oscuras sombras y las voces que traspasan el lugar, él suspiró pesadamente siendo algo amargo y luego mostró una corta sonrisa.

- Estarán bien -Posa su mano sobre la mía evitando los cables-. Te has convertido en un miembro de la familia muy rápido -Admite-. Has dado la vida por ellos y te has arriesgado en múltiples ocasiones, en otras circunstancias me sentiría totalmente orgulloso, pero hoy... -Señala con la palma de su mano la escena que tiene ante sus ojos-. Me he dado cuenta de que quizás no deberías estar más con nosotros.

- ¿Qué? -Intenté levantarme apoyando mis codos pero en seguida el estómago me pide que dé marcha atrás o comenzará a expulsar la poca sangre que me queda, Malik lo nota y me indica que me acueste con cuidado-. No puede dejarme sin empleo, usted mismo ha dicho que es un trabajo peligroso y tiene sus consecuencias, las cuales yo acepte como adulta que soy.

- Te seguiremos protegiendo -Dijo sin dar importancia a mis palabras-. Como te acabo de decir, eres de la familia, vives con Styles y sé que tienen algo entre ustedes -Miró a la nombrada ventana buscando la silueta del moreno y luego vuelve a mí completamente serio-. Si me permites un consejo, he trabajado toda mi vida con ese muchacho y lo conozco, en mi opinión, deberías terminar con lo que sea que habéis empezado.

- No hay nada entre nosotros -Afirmé seriamente con frialdad-. Pero aunque deje de trabajar para usted, siempre estaré en zona de riesgo cerca de ellos y eso no me lo puede prohibir.

- Ahora mismo eres un blanco fácil y los Miller no tardarán en saber que fuiste tú quien apretó el gatillo, no puedes moverte de la cama sin ayuda y mucho menos coger una pistola, necesitas un reposo largo y lo mejor, es que cuando te recuperes hagas vida normal.

- ¿Qué es vida normal después de esto señor?

- Persh, confío en que no contará nada, lo que ha vivido es completamente confidencial.

- ¿Y arriesgarme a que mande alguno de sus súbditos a pegarme un tiro? -Confesé algo mosqueada, él asiente dando a entender que estoy en lo correcto al temer por mi vida si me voy de la lengua.

- Ambos sabemos que no eres una niña de papá y mamá, tan simple y bien educada como has querido pintar -Dijo ahora intentando que confiese algo, insinuante-. Seguro que en esa cabeza llevas muchos otros secretos ocultos y hasta ahora has podido hacer vida normal -Me mira con una ceja levantada victorioso-. ¿No es así?

Me niego a responder ante sus acusaciones, lo que crea que ha averiguado no tiene ni idea de cómo es, finalmente se termina cansando de esperar a que conteste y me ponga a la defensiva, así que tras un suspiro se posiciona con la puerta entreabierta en sus manos y me dirige una última mirada de autoridad.

- Lo que conoces de Styles, es tres mil veces peor. 

La guinda del pastel que necesitaba para hacer su salida triunfal, seguido de este sin dejar cerrar el pesado metal aparecen unas manos tatuadas bloqueando, en seguida supe que era él. Colocó las manos en sus bolsillos y pataleaba una piedra invisible en el camino hasta mí, para acabar haciéndose hueco a mi costado.

- Al fin despiertas.

Intentó sonar tranquilo, pero se le notaba nervioso, angustiado, desesperado, incluso llevaba el pelo alborotado como si hubiera intentado tirar de él en varias ocasiones, transmitía de todo menos calma.

- Malik me ha despedido -Digo evitando los saludos cariñosos-. Para siempre -Sentencio.

- ¿Y qué harás?

- Me ha recomendado seguir con mi vida -Alcé los hombros quitando importancia-. Y que me vigilará porque soy su "protegida" -Entrecomillé con los dedos haciendo que Harry esboce una sonrisa.

- ¿Eso te ha dicho?

- Eso ha dado a entender -Suspiré pesadamente-. Pero cosas peores pueden pasar.

- ¿Ya no seguirás con nosotros? Sabes que sigues siendo de...

- La familia -Completo haciendo que su boca se cierre de golpe-. Sí, lo sé, pero creo que es mejor que parta por mi camino si quiero evitar a J.Jason encima de mí.

- ¿Y a dónde irás?

Su tono de voz era suave, estaba bajando el nivel haciéndome sentir culpable, se encontraba triste y melancólico. Ni siquiera era capaz de mirarme a los ojos, movía su pierna con nerviosismo y yo con dificultad se la paré colocando mi débil mano sobre la rodilla. Me miró esperando una respuesta con locura, su mirada era inquieta sobre la mía e interiormente teníamos una lucha constante de sentimientos que debíamos controlar.

- Desapareceré.

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