Me paro en seco, giro sobre mis talones para encontrar al sospechoso de antes y mis paranoias desaparecen al darme cuenta de que es un rubio de ojos verdes claros y cuerpo simétricamente trabajado. Levanto una ceja algo confundida en su dirección y luego sonrió intentando no parecer borde.
- ¿No te han dicho que no hay que subirse al coche de un extraño?
Este baja inmediatamente sin pensarlo, coloca bien su vestimenta, tiene unos tejanos azules y una camisa blanca de botones por fuera que le queda grande o es así, junto con unas botas marrones. Coloca su fleco hacia un lado y me extiende la mano mirándome directamente.
- Soy Dylan Sprouse -Sonríe ahora bajando la mirada a mi mano esperando que corresponda.
- Fallon Persh -Accedo.
- Ahora no soy ningún extraño.
No puedo evitar reír un poco por su astucia, asiento algo sonrojada por la situación y me encamino al asiento copiloto. Le voy indicando tímidamente dónde está mi casa y él tararea una canción alegre, sin importarle mi presencia. Su entusiasmo y carisma hacen que mantenga una amplia sonrisa en el rostro todo el camino y cuando aparca me dirige una mirada divertida. Examina el barrio por el espejo retrovisor y luego mi jardín a lo que me hago a un lado para hacer lo mismo que él.
- ¿Vives sola? -Frunce el ceño y me mira directamente.
- No, vivo con un amigo, pero debe estar trabajando justo ahora porque no veo el coche.
Asiente y antes de que cerrar la puerta me detengo para volver a abrirla y mirarlo confusa.
- ¿Qué hacías en la universidad?
- Inscribirme -Dice rápido como si estuviera esperando mi pregunta hace siglos.
- ¿Eres el nuevo profesor de anatomía?
- ¿Qué? -Deja escapar una risa sonora y vuelve a su estado-. No, me matriculé en empresariales.
- Ah -Me sentí un tanto perdida pero en seguida me compuse para sonreír y despedirme.
Él no arrancó el coche ni siquiera cuando entré a la casa, en la cocina preparo la comida para dos mientras veo las noticias y quedo desconcertada al ver un pequeño papel bajo la primera puerta, salgo mirando alrededor y lo cojo entre mis manos para llevarme una grata sorpresa.
+64 9891455
Espero que me llames, Dylan Sprouse XX.
Una inesperada sonrisa sale de mis labios y agarro el papel con fuerza pensando en lo esporádico que ha sido, vuelvo mi vista al televisor cuando escucho su nombre y lo veo escrito en la pantalla. Mis ojos se abren de miedo y al mismo tiempo de nervios al no escuchar nada sobre él en años, los cierro con fuerza y trago saliva para coger valor y sentarme a evaluar las noticias de última hora.
- La prisionera Scarlett Gates ha huido de la prisión de Brixton y se sospecha que podido recibir ayuda exterior -Coloca su mano en el pinganillo y se dirige a cámara-. Nos informan de que el primer sospechoso es Harry Styles, un delincuente buscado desde hace más de seis años que al parecer mantenía una relación amorosa con la fugitiva y una amistad con la pareja de esta -Mira al cámara y vuelve a comunicarse-. Les rogamos que tengan cuidado por las calles de Londres, no sabemos dónde puede estar su paradero ni si hay más sospechosos involucrados, esto es London's New TV y pasamos conexión con Irlanda.
El corazón me va a a mil, no sé si por ser nombrado o por la posible situación de la que se trata, si están en lo correcto eso significa que volvió a caer en manos de la pelirroja o que jamás dejó de estar enamorado de ella y me mintió para cubrirla. Tantos años me dejan la mente nublada y casi sin poder almacenar los recuerdos y conversaciones que manteníamos, es como un flashback olvidado dentro de mí, como si nunca hubiera vivido cerca de él. Me mentalizo para calmarme, estoy en la otra punta del mundo y nadie lo sabía, él era bueno siguiendo su vida, como Liam me dijo una vez: Es alguien impredecible.
Niall entró eufórico cantando a todo pulmón y bailando, me asusté con su llegada mientras salí de cualquier pensamiento absorto y por fin nos disponemos a comer. Me habla de lo genial que es el conservatorio, la profesora le ayuda mucho y la hija de esta parece estar interesado en mi amigo, algo que no le disgusta. Comenta que el Viernes tiene un concierto en Barnish's Bar nocturno y que irán muchos universitarios y caza talentos, no me lo puedo perder. Le pongo al día con las noticias, a él le encanta saberlo y se queda igual de atónito que yo pero disimula para hacerme creer que no se acuerda de esa gente así que el incómodo momento lo cambio por la inesperada entrada de Dylan, cosa que le fascinó y hasta le pareció peliculero.
- Os vais a casar -Dice con un trozo de spaghetti entre sus labios-. Lo veo -Hace una silueta de pancarta con las manos y cita-. La boda más esperada de Fallon Persh, perseguida por las desgracias del amor.
- Oh muchas gracias Niall, me haces sentir mucho mejor.
Ambos reímos para seguir con el almuerzo, después este se fue a dormir una hora antes de volver a irse para ensayar y yo aproveché para estudiar y poner al día las clases. Al terminar me percato de que no tengo nada que hacer en todo el día y es maravilloso después de tantos años poder decir que tengo una tarde libre, así que dándole vueltas al papel escrito del rubio termino llamando insegura.
Un toque, dos, cierro los ojos sintiéndome estúpida, tres, cuatro, muerdo mi labio con nervios y cinco.
"Ha llamado al número +64 9891455, por favor, deje su mensaje después de la señal"
No podía sentirme más arrastrada, él tendría su vida y sus cosas y yo aquí llamándole a unas pocas horas de conocerlo, era patético. Me dejo caer en el sofá y miro las llamadas perdidas que tengo, Tai hizo unas cinco que rechacé porque estaba ocupada y un número raro mezclado con letras me volvió a llamar hace una hora. Fruncí el ceño intentado averiguar de donde provenía, no es ningún país y tampoco tiene un código así que, tal vez debo devolver la llamada. Y así hice, pero antes de que siguiera, el número de Dylan apareció en la pantalla dándome un gran alivio.
- Hola -Digo contenta intentando disimular la tonta sonrisa que me ha salido-. ¿Cómo estás?
- Vaya, no esperaba que fueras a llamar -Admite.
- ¿Estas ocupado?
- Sí -Sonaba nervioso y algo frustrado-. ¿Por qué, ocurre algo?
- No, no -Suspiro un poco fastidiada-. ¿El Viernes haces algo?
Me muerdo el labio sintiendo que voy a hacerme sangre y miro hacia el techo rezando porque acepte mi propuesta.
- ¿Tienes algo en mente?
- Mi amigo va a dar un concierto en Barnish's Bar, si quieres...
- ¡Me encantaría! -Me interrumpe ahora alegre-. ¿Necesitas que te pase a buscar?
- No, iré con él, nos vemos allí a las ocho.
Luego de una despedida y por fin quedar con él, vuelvo a lo que estaba a punto de hacer antes de que me devolviera la llamada. Juego con el móvil entre mis manos y al dar el toque lo pongo en altavoz algo vaga de llevarlo a la oreja.
- ¿Sí?
Su ronca y profunda voz hace que me exalte, doy un respingo y me siento nerviosa en el sofá colocándome de mil maneras mirando la pantalla con el número extraño iluminado, frunzo el ceño y doy masajes a mi sien contemplando la posibilidad de estar completamente loca. Rasgó su garganta antes de volver a hablar y mis pelos se pusieron de punta al escucharlo de nuevo.
- ¿Fallon, estás ahí?
Mi pecho sube y baja frenéticamente y siento que me voy a desmayar, inhalo y exhalo mil veces cuando veo que han pasado dos minutos silenciosos y todavía no cuelga, así que en un hilo de voz removiendo las cenizas del pasado me pego mentalmente por seguir.
- ¿Harry?
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Falling
RandomDesconocedora de la avaricia de un padre obsesivo con su hija tendrá que verse envuelta en sangre y descubrir porqué fue educada para matar y qué le ocultaron durante toda su vida. Alguien que en un principio no está conectado con ella la ayudará de...