Falling

Es una promesa

- ¿No habías dejado eso Styles?

Tarda en responder, no sé que tanto procesa pero su respiración es pesada, se está controlando y seguro se arrepiente de lo que ha dicho.

- Lo siento -Me suelta con suavidad y me giro para mirarle a una distancia prudente-. Amo a Scarlett, pero cada vez que estás delante me cuesta evitar hacer tonterías.

Sus palabras duelen, ¿La ama?

Dicen que conoces al amor de tu vida antes de los dieciséis y si hago buenos cálculos ellos se conocieron a temprana edad, los dieciséis justo. Quiero abofetearme mentalmente por ser tan intensa, tan solo nos hemos dado un beso y ya siento como el mundo se me desmorona ante mis ojos por dejarle escapar, por saber su vida y que resulte ser todo lo que menos esperaba.

Le prometí que estaría ahí si volvía a caer en las garras de la pelirroja, pero no se puede hacer nada contra el amor real, cuando son sentimientos es imposible entrar en la cabeza de alguien para obligarle a mirar hacia otro lado, simplemente era una batalla perdida.

Salgo enredada en una toalla, le indico a Dylan que me encuentro mal y es capaz de entenderlo y cuidarme toda la tarde, charlamos en grupo sentados en la amplia mesa de madera y casi parecemos una pareja. Me rodea con su brazo por los hombros, está cómodo y no dejo de mirarle y admirar de cerca su belleza, se nota que es Alemán y tiene estilo para peinarse y vestirse, además de modales. Analizo sus cicatrices, Harry no nombró nada sobre ello antes, tan solo que fue una sorpresa para él ver que acabamos juntos y que al parecer lo sabe todo de nosotros, de mí, pero no que se haya vengado. Si trabajan juntos en temas ilegales como la droga, pudo ser cualquier cliente, alguien que lo buscara por compromiso o retraso, no tengo suficientes datos.

Me despido de todos en la puerta principal, dentro del coche apoyo las manos en el volante y me dejo caer sobre estas, suspiro largo y tendido, estoy agotada mentalmente, proceso cómo le contaré a Niall todo lo sucedido o si lo voy a hacer en realidad. Conduzco en silencio por la oscura calle a buen paso, mi mente sigue vagando en recuerdos, no quiere dejarme en paz, incluso mi visión es borrosa porque siento ver una película de mi vida al frente. Un destello me saca del trance y diviso por el retrovisor un coche venir a gran velocidad, no me aparto ya que supongo que adelantará, sigo dirigiendo mis ojos al espejo para asegurarme de que así sea pero me percato que otro viene por delante en sentido camicace, me aparto sin notar que se van a chocar entre ellos pero ambos copian mi acto y vuelven a dejarme en medio, dispuestos a impactar contra mí.

Toman contacto por la parte trasera y delantera, siento el capó del coche de atrás entrar en el mío, romper los cristales en mil pedazos a una velocidad de la luz pero lo vivo como si hubiera detenido el tiempo. Los faros topan con mi asiento y me empujan hacia delante dejándome atrapada contra el volante, presionándome contra el airbag que salta en alerta y el coche fuera es incapaz de dar vueltas o apartarse al impactar el otro coche en sentido contrario, su morro atraviesa de nuevo los cristales, aprisiona mis piernas y aplasta mi cuerpo quedando aplastada contra coche y coche, asiento y volante. La sangre brota de mi boca por momentos, es oscura de mis más adentros, convulsiono en el lugar y mantengo los ojos muy abiertos mientras proceso mis últimos segundos de vida. Uno de los coches está pitando, es la alarma de robo y la escucho en un enorme eco, solo tengo una mano libre y es débil, quiero abrir la puerta pero al parecer se ha arrancado sola sin notarlo, no puedo salir, presiono mi estómago e intento tocar mi cuerpo para ver qué anda mal, mi hemorragia no cesa.

Poco a poco voy cerrando los ojos, sintiendo que no me queda aire, intento no colapsar en el lugar pero no tengo ningún control sobre mí. Percibo un tacto frío en mi brazo, tira de mí con fuerzas y siento el suelo en mi espalda, duro y mojado. Abro un poco los ojos pero sigo vomitando sangre que cae sobre mi propia cara y ropa, giran mi cuerpo para que me deshaga del líquido que queda en mis adentros y aprietan con fuerza mi abdomen y pecho para evitar seguir desangrándome. Soy incapaz de localizar a mi ayudante, solo escucho pasos rápidos, varios pasos, gritos lejanos que son indescifrables, mi cuerpo pálido sobre el asfalto y sirenas de ambulancia alrededor además de destellos cercanos. Vuelo en el aire unos segundos para acostarme sobre una fina camilla, mi alrededor es blanco y luminoso, veo cuatro cuerpos con un mismo patrón menos uno que no destaca con ese amarillo fosforescente, aún no puedo saber quiénes son y qué hacen. Rodean mi cabeza con una tela helada y me dejan descansar mientras siento una mano sobre la mía, percibo su preocupación, están gritándose y quiero irrumpir pero en su lugar dejo de respirar.