- ¿Qué están haciendo tus amigos? -Pregunta la niña inocentemente tras unos minutos de silencio, tiene la voz rota de tanto llorar.
Harry y el equipo ha interrumpido en un garaje donde trataban con menores, la única que tenían junto a ellos era Jude, la cual ahora intento tranquilizar. La encontramos en paños menores, amordazada a punto de irse con un señor que le triplicaba la edad, los chicos entraron entre tiros y gritos sin pensarlo, Styles me mandó a cuidar de ella y sacarla del lugar, no puedo negarme ante las ordenes del jefe. Tiembla como un corderito, tiene frío por lo que me quité mi amplia camisa la cual tapaba el uniforme antibalas y se la di, nos hemos alejado bastante del sitio, hemos parado para comprar café, agua y unos dulces.
- Se encargan de los malos -Digo una vez he buscado lo más sensato.
- ¿Son superhéroes?
Frunzo el ceño dejando escapar una risa ligera, alzo los hombros despreocupada.
- Algo así, todos tenemos algo malo dentro de nosotros, nadie es tan bueno ni tan malo.
- Pero ellos dispararon... A mi papi.
Abro los ojos alertada por el dato, detengo la furgoneta en seco y la observo unos segundos devorando el donut glaseado.
- ¿Quién es tu padre pequeña?
- El hombre de gris.
- ¿Cómo se llama?
La niña me dice su nombre completo, no tardo en llamar a Harry una tres veces ya que parece no escuchar el teléfono, debería estar más atento. Impaciente me dirijo hacia allá a tanta velocidad que la policía comienza a perseguirme con las sirenas resonando por la calle, si me detienen no tendré excusa para explicar porqué tengo una menor semidesnuda comiendo dulces, piso el acelerador y meto el turbo extra que le han incorporado para este tipo de situaciones. La pequeña va moviéndose con el cinturón quedándole grande, solloza un poco del miedo y bufo cuando por fin escucho el móvil exigiendo mi atención percatándome de que se ha caído. Freno el paso, me agacho sin perder el volante y lo cojo inmediatamente:
- ¿Dónde coño tenías el puto móvil Styles? -Digo entre gritos de frustración.
- Cuida esa boca -Reprocha gracioso-. ¿Qué es tan urgente?
- ¡El padre de la niña es Nicolás Dorote Duarte!
Se queda en silencio en la otra línea, escucho murmullos y que le dice algo a alguien lejano a la conversación. Maldice mascullando pero no logro entender lo que dice.
- No podemos hacer nada -Dice al fin en seco-. Es la persona que buscábamos, iba a vender a su propia hija.
- No podemos hacerle esto a una niña.
- Pero si a su padre.
- Pero no a ella -Sentencio.
- Te prometo que buscaré a su madre Fallon.
- ¿Y si no tiene?
- ¡Pregúntale maldita sea!
Alejo el móvil por los inesperados gritos, detengo el coche en seco en una carretera abandona a las afueras de la ciudad, voy a tocar su pierna desnuda para que sienta mi tacto cálido pero grita y llora antes de que la alcance. Suspiro y espero a que se calme.
- Peque, ¿Dónde vive tu mamá?
Piensa un rato, no sé si no lo sabe o no está segura de confesármelo, al fin y al cabo ha visto que hemos atentado contra su padre.
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Falling
RandomDesconocedora de la avaricia de un padre obsesivo con su hija tendrá que verse envuelta en sangre y descubrir porqué fue educada para matar y qué le ocultaron durante toda su vida. Alguien que en un principio no está conectado con ella la ayudará de...