Se que algo en mi está mal...lo sé.
Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo.
Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso.
Olvídate de tus amigos...
En la salida del instituto, ambas chicasse despidieron, se pusieron de acuerdo con el mismo plan y se marcharon.
La azabache entró a su casa y encendió las luces, dejó su mochila en el suelo y subió a cambiarse, quería olvidarse de la escuela en ese pequeño tiempo de ese día.
Cuando estaba lista bajó y de dirigió al cuarto de los lockers, abrió la puerta lentamente y su corazón aceleró al ver aquellos ojos despiertos.
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Se acercó a él con prisa, se hincó y tomó su rostro entre sus manos dibujando una sonrisa.
El chico apenas y reaccionaba correctamente, ahora sí, no entendía absolutamente nada de lo que pasaba.
- Me alegra que despiertes - acarició su rostro con demasiado cuidado.
Dirigió su mano a la mordaza y la quitó con mucho cuidado, permitiéndole hablar.
- ¿Estás mejor? - preguntó de cierto modo preocupada
- No..no lo podría confirmar pero...supongo que sí ¿Dónde estamos? - preguntó desconcertado.
- No te preocupes, estamos en casa, en la mía claro, pero sí - volvió a sonreír
Eren se quedó en silencio por un buen rato hasta que recordó la última vez que estuvo despierto.
- La..bufanda tenía algo ¿Verdad? - preguntó confundido y algo asustado.
Mikasa volvió a sonreír y bajó su mirada.
- Eres muy inteligente; sí la bufanda tenía algo - dijo apretando sus manos contra sus piernas
- ¿Por qué hiciste eso? - no daba crédito
- La razón es simple...o al menos para mi, sabes...quiero que solo estés conmigo y nadie más, solo conmigo y ya, seguro muchas están detrás de ti, sé que tal vez no te importan las otras pero no voy a dejar que hagan algo para separarnos -sonrió de nuevo.
- Pudiste simplemente pedírmelo -
- No es lo mismo - respondió de inmediato
Hubo otro momento de silencio y la azabache volvió a hablar.
- Te quedarás conmigo ¿Cierto? Todo el tiempo que quiera hasta que decida volver ¿Está bien? - su ceño se frunció de forma triste.
- No..le veo lo malo pero no debiste...hacer esto, es como si fuera..un secuestro -
- Es que eso es...Eren -
La cara del chico cambió drástica-mente, mostrándose asustado.
- ¿Qué cosa dijiste? - preguntó incrédulo y asustado
