♥ Acuerdo y condición ♥

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La tarde se hacía noche, lo que no les importaba, seguían despiertos, repitiendo lo vivido una y otra vez en sus mentes. Lo que se sentía más real al seguir dentro de ella a pesar del tiempo pasado.

La azabache acomodó su cabeza y su respiración chocaba con el cuello del chico, lo que le causaba cierto estremecer en su cuerpo.

- Vámonos de aquí -  dijo repentinamente, llamando la atención de la chica.

- ¿A qué te refieres? -  preguntó, besando su cuello, acariciando su pecho

- A salir de éste país e irnos a un lugar lejos, una isla en el mar -  justificó más su idea, Mikasa sonrió e hizo un camino de besos de su cuello a sus labios mientras se levantaba.

- Sí, está bien pero...pondré una condición para ello -  dijo separando su rostro del de Eren

- ¿Repetirlo? -  preguntó

La azabache sonrió y negó con la cabeza.

- Aparte -  respondió con picardía

- ¿Qué cosa? -  preguntó de nuevo más intrigado y siguiendo el juego

- No quiero que...te enfades, pero.. - hizo una pausa mientras hablaba con seducción y provocación

- Pero... -  repitió el castaño de la misma manera

- Quiero...que.. -  Se fue acercando mientras Eren levantaba lentamente la cabeza, esperando un beso

- Arregles las cosas con tu padre -  dijo ya a una distancia crítica, lo que molestó un poco al chico y se dejó caer de nuevo en la almohada.

- Por favor -  agregó

- ¿Por qué lo haría? No tiene sentido, ya te tengo a ti y con eso me basta -  respondió de la misma manera, molesto

- Eren... -

- No -

- Escucha... -  tomó su rostro e hizo que la mirara a los ojos  - Puede que sí, estés bien sólo conmigo pero créeme, si muere y no arreglas eso, la culpa te va a consumir de la peor manera, porque es tu padre al fin y al cabo -  dijo para ver el cambio en su mirada

Desvió su mirada por un momento a otra parte que no era su rostro y suspiró.

- Si no lo hago ¿No iras? -  preguntó

- No iremos -  corrigió

Se quedó serio por un momento y en desacuerdo pero...tenía razón.

- De acuerdo, lo haré, arreglaré las cosas con él y...nos iremos -  solucionó y calmó sus sentimientos de desprecio para después mirarla a los ojos y sonreír.

- ¿Repetimos? -  siguió sonriendo

Mikasa hizo lo mismo, se acercó y besó sus labios.

- ¿Sólo piensas en eso? -  preguntó incrédula

Eren fingió pensarlo y luego asintió

- Sí, tal vez, teniendo una oportunidad así de grande...¿Cómo desperdiciarla? -  dijo para que en dos movimientos volviese a quedar sobre ella.

- Está bien...pero también te diré algo que espero nuca pase -  dijo tocando sus brazos de arriba a abajo

- ¿Qué cosa? -  preguntó un poco impaciente

- Te iría muy mal si por razones de la vida lo que disfruto yo...lo disfruta otra perra -  hizo una pausa y acercó su rostro, quedando a milímetros  - No pasará...¿Verdad? -  preguntó

El chico negó con la cabeza, sonriendo y rozando ligeramente sus labios con los de la azabache.

- Sí te refieres a otra con ese apodo...entonces ¿te llamas así tú misma? -  preguntó  dejando de mirar su rostro a besar su cuello

- No, encuentra la diferencia, ¿Qué tiene de diferencia un perro a un lobo? -  preguntó saciándose de besos

Eren ni siquiera se molestó en contestar, siguiendo con lo que hacía.

- Un lobo...es inteligente por naturaleza, gracias a la manada, aprende con o sin ayuda, tiene valor y valentía; un perro, es inteligente si quiere y se lo imponen pero nada más, en la mayoría siempre se meten en líos para respetarse -  cedía mientras daba su explicación y su piel se erizaba

- Yo soy como un lobo mientras las demás se comportan como perras -  cerró sus ojos por un momento

- Pues conmigo....pareces un inofensivo ciervo -  susurró a su oído

- Veme como quieras, eso no quita que eres mío y yo tuya -  Comenzó a subir sus brazos a la espalda del castaño otra vez.

- Ten la certeza...eso no pasará, a mi solo me gusta complacerte a ti - y se encendió el momento

- Más te..vale -  suspiró para sentir todas esas nuevas emociones por segunda vez.

En su mente sólo había una cosa....bueno dos.

Uno, su novio se volvía bueno en eso y le excitaba bastante repetirlo cuántas veces quisiera.

Dos, tenía la victoria asegurada, mientras ellos disfrutaban de su momento, los policías perdían el tiempo disque ubicándolos con los rastreadores, rastreador que claramente Eren ya no tenía, la marca en su cuello era obvia.

Se los imaginaba como idiotas aburridos perdiendo el tiempo, observando como un punto rojo se movía dentro de su casa.

Para pasado mañana ninguno de los dos estaría ahí, y ellos serían los últimos en enterarse, su movida de "Por si acaso" fue un claro fracaso. Hasta en la muerte, Historia sigue perdiendo.

No podrás....escapar de mi 🔪😍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora