Se que algo en mi está mal...lo sé.
Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo.
Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso.
Olvídate de tus amigos...
Bien se sabe que siempre, queriendo o no el tiempo pasa volando.
Hace como tres meses comenzaron su carrera y el día de hoy ya van rumbo al final.
Han practicado de diferentes maneras el cómo sería trabajar con el aprendizaje que hicieron, vaya que les fue bien.
Los tiempos libres en la playa eran más que perfectos, tal y como ese día.
Ambos comenzaban a tratar de levantar un pequeño negocio, en donde claramente aplicarían lo que saben.
Ya habían varios logos, y con ayuda de sus dos amigos sería incluso más fácil. Claro que de vez en cuando tendrían que salir de su amado lugar repleto de paz pero no lo harían por separdo, eso está claro.
- Pensé que me arrepentiría a mitad de la carrera pero es incluso más fácil - mencionó su amiga mientras veía el progreso de la azabache
- Secretaría no es mal trabajo, aparte te eligió una empresa importante - le dijo mientras se sentaba junto a ella - ¿Cómo va tu hermano? - preguntó
- Le va bien, pronto le harán una inspección para ver su progreso e integrarlo en el departamento policiaco -mencionó mientras revisaba lo escrito en la laptop - Quién lo diría? Tuve que aprender francés - y terminó de traducirlo, lo introdujo en una memoria USB para imprimirlo después y se levantó.
- Supongo que es todo -
- Lo es.. -
- De acuerdo, sabes?, aquí entre nos, me gustaba más cuando matabamos perras - susurró
Mikasa sonrió y asintió.
- A mi también - dijo en susurro y ambas rieron.
Annie se encargaría de promocionarlos pero tuvieron que hacer una pausa por razones algo secretas.
El día estaba iluminado con el sol de forma maravillosa, el viento soplaba y los árboles y plantas bailaban junto con él.
- ¿Qué pasa? - preguntó riendo mientras la seguía
- Sólo ven - respondió la azabacheguiando al chico
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Llegaron a un lugar apartado de donde se encontraba la casa, era tranquilo y a la vez agresivo. Las olas del mar chocaban con las rocas que ahí estaban.
- Mira, a pesar de ser de día, desde aquí se ven diferentes colores por el sol - dijo mientras acomodaba los brazos de Eren al rededor de su abdomen y cintura, deteniendo su caminar
- No sé tú pero...este lugar se me hace más hermoso cada día - comentó recargando su cabeza en el hombro de Eren
- Tienes razón, yo siento lo mismo, y aún más teniéndote aquí conmigo toodo el tiempo - aumentó un poco la fuerza en sus brazos
Mikasa sonrió y luego un silencio los acompañó por un breve momento.
- Amor...-
- Mm? -
- ¿Has pensado en tener una familia? - preguntó
El castaño sonrió y giró el cuerpo de la chica, juntando la frente de ella con la suya.
- A cada momento, tengo el sueño de superar a mi propio padre como tal, ¿Por qué? - preguntó tomando seriedad en las palabras que acababa de interpretar.
La azabache sonrió.
- Curiosidad - respondió con cierto tono juguetón para después distraerlo.
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- Volvamos a casa -dijo al separarse
Ambos comenzaron a caminar a la par tomados de la mano.
