El día "trágico" pasó volando, la mañana del siguiente día fue tranquila pero igual de efímera, el silencio reinaba en los dos.
En el barandal de la escalera se encontraba Eren, algo serio, la azabache se acercó al salir de su habitación y levantó su rostro.
- ¿Quieres algo de comer? - preguntó
El castaño rodeó su cintura y negó con la cabeza.
- No, no tengo apetito gracias - le sonrió más tranquilo
- Nada de nada? - preguntó con sus ojos ilusionados.
Volvió a negar
- ¿Tú quieres algo? - ahora tomó él la palabra
- Mm, no, tampoco tengo hambre -
Respondió tomando con cariño sus brazos, Mikasa tomó sus manos y lo guió hasta su habitación, cerraron la puerta y prendió el televisor.
- Vamos a distraernos...a ambos nos afectó eso - dijo refiriéndose a lo de ayer y se dirigió a la ventana de siempre.
Las nubes densas nublaban el cielo.
La ropa que tenía, su posición, su cara, todo comenzó a atraer al chico quien se fue acercando poco a poco, se veía tan...linda.
- Tu eres mi distracción - ya había llegado lo suficiente
La azabache volteó a verlo y sonrió.
- ¿En serio? - preguntó coqueta
Eren sonrió de igual manera.
- Solo mírate, estás tan linda, es imposible no fijarse en ti - sus ojos demostraban lo entusiasmado que se veía al tenerla de frente de esa manera.
Mikasa cerró la cortina solo con un brazo, para después abrazar el cuello del chico y acercarlo más.
- ¿Tú crees...que soy provocativa? - su voz se volvió algo seductora
- Para mi eres lo que tú quieras - respondió y unió sus labios con los de la chica.
Pareciera que cada vez que ocurría un asesinato, un beso lo solucionaba todo.
Lo de la otra noche había quedado pendiente, sin embargo, ese no era el plan de Eren en esos momentos. Si no mañana.
- Puedo...saber...que lugar...es el de mañana? - preguntó entre algunos cortos besos
El chico negó.
- Es una sorpresa - dijo a una distancia más moderada
Dirigió una de sus manos a la espalda de la chica. Haciéndola estremecer un poco.
- ¿Qué te parece la idea de volver al instituto? - preguntó sin soltar su cuello
- Una idea descabellada por el momento, pero no estaría tan mal -
Besó su cuello, haciendo que riera un poco y a la vez disfrutara de ese sentir.
El deseo que se desbordó el otro día no se volvió a guardar así como así, aún quedaban restos.
= ¿Cuándo me harás tuya?= pensaba inconscientemente mientras seguía estremeciéndose para después arrepentirse de ese pensamiento, sonrojándose.
En el fondo, su trauma quedaba de lado en algunas ocasiones, pero tampoco lo podía olvidar, su curiosidad de qué pasaría si ahora era Eren el que actuara de esa manera pero ahora con cariño la invadía por completo. Sintiendo la necesidad de dejar todo en un "¿qué importa?", a veces.
Se detuvieron por un momento, se miraron y Mikasa sonrió nerviosa, aún sonrojada.
- Te haré olvidar esos malos recuerdos...mañana - susurró algo jadeante
- Te lo voy a agradecer bastante - la boca de su amado chico se acercó a su oído
- Eres mi novia, mi hermosa y linda novia, haría cualquier cosa por ti - susurró lo más bajo que pudo, como si las paredes escucharan. De nueva cuenta, el cuerpo entero de la chica se estremeció, haciendo que soltara un suspiro largo.
Volvió a separarse.
- Eso... - la interrumpió
- Eso sólo se lo dije a una sola persona, la cual está justo en frente mío - sonrió
- Ya veo...entonces creo que está bien -
- Está más que perfecto - la cargó y se dirigió a la cama, sentándola.
- ¿Aún no tienes hambre? - su sonrisa no desaparecía
- Muy poca - respondió
- ¿Qué quieres de comer? - preguntó acariciando su rostro
- Si te digo me dirás que no - perdió su vista en un lugar un poco más abajo del cuello de la chica.
La azabache sonrió al notarlo y negó con la cabeza, sonriendo.
- Entonces no comerás nada - acercó su rostro
Ambos sonreían mientras la televisión hacía ruido.
- ¿Tus labios tampoco cuentan? - preguntó a referencia de la cercanía
- No creo que con eso llenes tu estómago -
- Tal vez no mi estómago pero sí mi deseo, lo otro puede esperar... - se acercó más
Mikasa se quedó seria por un momento y percató la intención de su amado novio, sonrió cortante.
- Veamos... - profundizó su mirada en la esmeralda brillante.
De inmediato comenzaron un beso tranquilo...al principio, después fue subiendo de nivel, casi siempre como de costumbre. La lengua de ambos navegaba por sus bocas mientras de nueva cuenta los jadeos y algunas caricias se manifestaban de repente.
Se separaban por momentos y luego seguían igual, hasta que de verdad necesitaron respirar, separándose y marcando su distancia con un pequeño y delgado hilo de saliva.
- Ya quiero...que sea ma..ñana - dijo de repente
La azabache se levantó un poco y sonrió.
- Yo igual...quiero ver....esa..sorpresa - respondió entusiasmada - ¿Ya tienes..hambre de...verdad? - cambió el tema, Eren no contestó
- La verdad, no, pero vamos a cocinar algo juntos - se acercó de nuevo, ésta ves, logró besar su cuello otra vez.
La chica sonrió, asintió y se mantuvo acostada un poco más hasta que su chico se detuviera, claramente tuvo que romper el momento ya que no tenía intenciones de detenerse. Se separaron por completo, calmando sus respiraciones y su pulso de poco a poco.
- Entonces vamos ya...o jamás comeremos como se debe - lo levantó de la cama y lo guió hasta las escaleras, ahora si iban a distraerse..."bien".
Al fin y al cabo, después se irían a dormir y a la mañana, la sorpresa más deseada por ambos.
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No podrás....escapar de mi 🔪😍
DiversosSe que algo en mi está mal...lo sé. Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo. Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso. Olvídate de tus amigos...