No podrás....escapar de mi 🔪😍

♥ Volver a ver tus ojos ♥

¿Qué me pasó? No recuerdo bien...mi cabeza duele y da vueltas, escucho muchas voces pero no sé que dicen.

Tengo frío, quiero ver a Eren...me siento con vida aún, creo que no morí.

Sus ojos, quiero ver sus ojos, tan brillantes y grandes, verdosos, llenos de amor y cariño hacia mi.

Poco a poco sentí las ganas de despertar, mis párpados pesaban pero logré hacerlo, una luz blanca de una lámpara radiante me molestaba, volteé a ambos costados. No había nadie en la habitación.

Tenía una aguja intravenosa en mi brazo, tenía suero y un aparato de aquellos que dicen que tengo vida.

Me levanté y quedé sentada en aquella camilla, tenía el conjunto blanco de antes.

Arranqué los cables de mi pecho y saqué la aguja de mi brazo, me quería ir.

Recordé todo lo que pasó, sonreí, había ganado por fin aunque por el rastreador que traía en el cuello no nos permitiría juntarnos tanto como antes.

Me senté en la orilla de la camilla a pesar de sentirme mareada y algo débil, alguien entró a la habitación. Volteé y al ver esos ojos verdes, radiantes y llenos de esperanza me sentí reconfortada, soltando un suspiro de alivio y alegría.

~ ~ ~ ~ ~

- Mi amor!! -  dijo extendiendo sus brazos con gran entusiasmo.

Eren acudió a ellos de inmediato, abrazándola con alivio y tristeza por sentirla de nuevo, pensando que jamás la volvería a ver.

- Estás bien... -  susurró en su cuello

Mikasa asintió felíz y besó sus labios con melancolía, sentía por un momento que jamás volvería a besar aquella boca tan dulce y tan deliciosa para su gusto.

- Te dije que ganaría -  le susurró a su cercanía para después volver a unirse en ese reconfortante beso.

El chico tomó su rostro y lo separó lentamente, mirando sus ojos algo serio y al parecer...enfadado?

- Por lo que más quieras, no vuelvas...a planear algo así, por favor -   sin querer sus ojos se cristalizaron

La azabache miró sorprendida su actitud y luego sonrió con arrepentimiento.

- Dudo que vuelva a hacer eso, no te preocupes, no lo haré de nuevo -  dijo y volvió a acercarse para lamer sus labios y luego besarlos otra vez.

Siguieron así hasta que el Médico entró y los separó...mejor dicho, los interrumpió haciendo que se separaran.

- Veo que ya despertaste...eso es bueno, ¿Cómo te sientes? -  Se acercó, ambos sonrieron algo avergonzados.

- Bien...muy bien -  dijo sin soltar el cuello del chico, pero tuvo que hacerlo a causa de la última revisión que tendría.

El médico sonrió y se acercó para hacer la última revisión antes mencionada.

- ¿No te sientes mareada? -  preguntó

- Un poco -

- ¿Débil? -

- Tal vez -

- ¿Puedes caminar? -

- No lo sé -  contestó poniéndose de pie y dando algunos pasos.

Lo que contestó la pregunta.

- Bien...te daré de alta, cámbiate y en unos momentos podrás irte -  salió del apartado

Eren le pasó la ropa a la chica, la cual comenzó a cambiarse en ese preciso momento, lo que hizo sonrojar un poco al chico.

Al estar a punto de colocarse la blusa, él se acercó y la tomó por la cintura. Llamando su atención.

- ¿Soy yo o tratas de...provocárme? -  preguntó en susurros mientras veía su pecho y acariciaba su espalda.

Mikasa sonrió y abrazó el cuello de su novio, acercándose en forma seductora.

- No, sólo me quiero ir de aquí y ya en casa, vemos si rendimos cuentas o no ¿Qué dices? -  preguntó con picardía a lo que el chico asintió y dejó que terminara de cambiarse.

Al poco tiempo el Médico entró de nuevo y les permitió la salida, así que se fueron, no sin antes la chica llamara a su amiga.

- ¿Sí? -  preguntó al contestar

- Hola Annie, ¿me extrañaste? -  preguntó sonriendo

- Tonta...ya despertaste -  dijo con voz rota

- Sí, volví de la muerte -  respondió, bromeando

- ¿Vas para tu casa ahora? -  preguntó

- Sí, por qué? -  preguntó

- No salgan, o al menos no juntos; el rastreador en el cuello, no los dejarán juntarse de nuevo y tu sótano está clausurado, mi hermano tomó el caso...lo siento pero no pueden estar juntos por un buen tiempo -  respondió hablando muy rápido, lo que hizo detener la caminata de la azabache. El castaño se exaltó por eso.

Mikasa cerró sus ojos con pesar y luego volvió a abrirlos, encontrando el rostro de su amado chico preocupado.

- Lo entiendo -  fue lo único que respondió

- De verdad, perdón pero así tiene que ser, tampoco te preocupes tanto...presionaré a mi hermano para darte información -  dijo

Ella asintió y dijo que sí, para después colgar y derramar una lágrima.

- ¿Qué pasa? -  preguntó el chico

La azabache no contestó y sólo lo abrazó.

- No podemos seguir juntos....afuera nos espera una patrulla seguramente y...no podemos salir juntos por...por el rastreador -  dijo en susurro y tono enfadado, su abrazo fue correspondido.

- No puede ser...¿Por qué? -  preguntó ya con la voz entre cortada, empezó a negar con lentitud y dolor.

- Tal vez era una opción por si no moría, es obvio pero...tu tranquilo, nos llamaremos todos los días -  sonrió con los ojos llenos de agua

- Pero...no es lo mismo -  justificó

Mikasa se separó y tomó su rostro, acariciándolo y quitando algunas lágrimas.

- Lo sé pero, pero, prefiero eso a que acabes en una celda por mi culpa -

- ¿Y qué si eso pasa? -  preguntó sin importancia

- Mi amor...ese no es lugar para ti así que....nos veremos un día otra vez, no te preocupes -  sonrió

Volvió a abrazarla con fuerza mientras era correspondido.

- No olvides que te amo -  dijo, colocando un pequeño y suave beso en el cuello de la chica

- Tú tampoco lo olvides, eres el amor de mi vida -  dijo y se separó, recibiendo el último beso, igual de tranquilo o apasionado como la mayoría para después....separarse.

El vacío en el pecho de ambos dolía como nunca antes pero así tuvo que ser, se alejaban mientras sus manos se despedían lentamente...hasta soltarse y salir del hospital por separado.