Se que algo en mi está mal...lo sé.
Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo.
Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso.
Olvídate de tus amigos...
La a ayuda llegó rápido gracias al aviso de la chica.
Llevaron a Eren a la enfermería y certificaron si algo estaba mal o roto pero solo resultó con golpes algo leves y el golpe en la cabeza.
Éste no fue muy grave a pesar del impacto que recibió, aunque la parte derecha, muy cerca de la ceja se había cortado al igual que la parte alta de la nuca.
Las heridas fueron sanadas y colocaron una venda al rededor de su cabeza para una recuperación más rápida.
En todo momento...Mikasa estuvo ahí, no quería dejarlo, quería verlo despertar, que abriera sus ojos y que mencionara su nombre en señal de que estaba bien.
Esperó todo el tiempo que tenía que reposar, nunca se separó de la cama donde se encontraba, siempre estuvo pendiente.
Pasaron minutos y por fin despertó, abrió los ojos y observó todo a su alrededor. Su mirada chocó con el rostro feliz de la azabache que lo miraba con ojos llorosos e inundados.
El chico se levantó y apreció mejor el rostro de la chica que lo miraba con tanta felicidad.
- Mi..Mikasa...-
La azabache soltó un suspiro de alivio y se lanzó a abrazar a su chico amado.
- Me alegra que estés bien - su voz se entre cortó
- ¿Qué...me pasó? - preguntó tocándose la cabeza y encontrando la venda que lo rodeaba
- Caíste por las escaleras y tu cabeza golpeó contra el suelo -
Al instante recordó todo, era verdad...Krista no había aceptado que terminaran su relación.
- Ya veo...en fin, iré por mis cosas y regresemos a clases -
La chica asintió, salió primero de la enfermería y se encontró con la mirada fija y seria de su amiga.
- ¿Y? ¿Todo bien? -
- Si pero ahora no hay duda...tengo que actuar rápido...o esa perra terminará matándolo, tuve suerte ésta vez...pero quien sabe -
- Bien...cuenta conmigo, pero..¿Ya tienes un plan? -
Mikasa sonrió.
- Lo tengo desde la primera vez que lo besé, y es todo un éxito, aunque claro está que hay que deshacernos de los obstáculos y estorbos -
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