Toda la noche, no durmieron hasta que el reloj marcó las 2 de la mañana, y sin embargo el sueño se escapó de la chica, no podía dormir, así que con mucho cuidado se levantó, rodeó su cuerpo con una sábana y decidió en tomar una ducha. Faltaban tres horas para asistir al colegio.
Tiempo después el castaño se despertó y al no ver a la azabache al lado suyo la ubicó con facilidad en el baño al escuchar el agua de la regadera caer.
Se levantó y se acercó al lugar, pronto la chica salió y fue sorprendida al ser acorralada contra la pared.
- ¿Te desperté? - preguntó casual
- No pero por qué te despiertas tan temprano? - Se le escuchaba cortante
- No pude dormir - bajó la mirada
Bastó con no decir nada más, siendo cargada y llevada de nuevo a la cama donde él chico volvió a colocarse sobre ella, quitando la toalla que la rodeaba y que le impedía saciarse.
- Apenas son las 4, si te cansas más...seguro dormirás lo
suficiente -Y volvió a los besos; su actitud reflejaba todo el miedo y la ansiedad que tenía por ese día. No quería separarse de ella en ningún momento, sentía que exageradamente la vida se le iba.
Dicho y hecho, ésta vez si durmió, tanto por el cansancio como por las caricias de su acompañante, sin pensarlo habían pasado ya 3 veces, 3 placenteras y satisfactorias veces.
Se corría un ligero riesgo al ser tan repetido, pero eso ahora no importaba, sus mentes estaban ocupadas con otro tema.
Con todo el pesar del mundo el momento tan tranquilo terminó y se alistaron para ir al instituto.
Salieron por separado para no generar ninguna reacción extraña de cualquier persona.
La azabache llegó primero, encontrándose con su amiga.
- ¿La trajiste? - preguntó directa, también estaba nerviosa
- Obvio que sí, ¿Cuándo crees que sea correcto entregarla? - preguntó dando la espalda a dos de los policías.
- En la penúltima clase - propuso
- ¿Pudiste hacer algo con los policías? - preguntó
Annie dudó.
- Si te atrapan solo cuatro irán tras de ti, solo eso - bajó la mirada, la azabache asintió
- Está bien, esperemos ahora que todo salga bien - le brindó una sonrisa
Krista llegó y miró a la azabache con odio, lo cual ignoró por completo pero al ver a su chico llegar y entrar repudió ver el cambio en la mirada de la rubia, la cual entró tras él.
- Yo me encargo - dijo Annie y de inmediato entró tras ellos, alcanzó rápidamente al chico antes que la rubia y lo llevó a otro lado.
- ¿Qué pasa? - preguntó el chico
- Te pediré algo...tú dices si sí o no -
lo miró a los ojos y él asintió- En primera, quiero que te calmes, en estos momentos Mikasa debe de estar calmada y si se preocupa por ti se encargará de alejarte para mantenerse..."tranquila" cuando sabemos que eso no es así - rió discreta y lo miró - Hagamos algo..., estaremos alerta a cualquier cosa que le pase pero no hay que mostrarnos angustiados, ok? - propuso
Eren asintió pero dudó un poco, "No mostrar angustia por ella"
- Sí, está bien pero no será tan sencillo para mi, ella... -
- Lo sé Eren... - hizo una pausa, interrumpiendo sus palabras - Lo sé con exactitud pero no creas que para mi es igual de fácil porque no lo será, en este día tenemos que estar muy pendientes, esto definirá el futuro tanto de ustedes como de los demás ¿de acuerdo? - concluyó.
= No tienes porqué angustiarte, si lo haces en exceso te hará daño =
= Está bien... =
Recordó y sonrió, asintiendo.
- Está bien, hagamos eso - dijo para después irse junto con ella al aula, encontrando a la azabache y a la rubia mirándose fijamente, con desafío y desprecio, ambas estaban de pie y pareciera que eran dos gatos a punto de pelearse.
Tanto Annie como Eren se acercaron a ella, distrayéndo su atención.
Annie jaló su brazo, poniéndola incluso más tensa pero al sentir los besos de su chico en su boca dejó de hacerlo, ignorando por completo a Krista.
- ¡¡Ackerman y compañía, tomen su respectivo lugar!! - gritó el uniformado al ver que aquel beso incrementaba y percatarse de la cara de dolor que interpretó Krista.
Ambos se separaron y esperaron a que las clases comenzaran.
Varias veces entre la azabache y la rubia se filtraban miradas de odio, sin embargo, sería la última vez.
Tanto Historia como Krista tenían a la chica en la mira del odio y la venganza.
Mikasa les recalcaba su relación con el lindo chico de los ojos esmeralda, a cada momento, no le importaba.
Las clases pasaban, parecía un juego de batalla con miradas de desprecio, esperando cualquier error para ganar y amenazar.
El momento decisivo ya había llegado, penúltima clase, el policía novato entró al aula. Krista se retiró por un momento y el relajo comenzó de poco a poco.
Mikasa se levantó y colocó la carta dentro de uno de sus cuadernos, al devolver la mirada al policía solo guiñó el ojo y le señaló guardar silencio. No pasó nada más.
- ¿Qué era eso? - preguntó Eren con curiosidad
- La carta - respondió
Pronto llegó Krista y tomó su lugar, al abrir su cuaderno encontró el sobre, no tenía firma ni nada, solo un pequeño texto en letra pequeña y al revés.
"Leela, es para ti...Krista" decía, hizo caso y abrió el sobre, desde entonces comenzaba el plan y la adrenalina de no saber el cómo terminaría todo esto.
La leyó y miró a la azabache con extrañesa, después le devolvió la mirada al papel. Volvió a guardarla y escribió algo que mandó a Mikasa.
"Está bien, de acuerdo" decía aquél papel.
Eren y Mikasa se miraron, ella sonrió por su ingenuidad, volteó a verla y recibió una sonrisa sincera, era en serio.
Respondió igual y guardó el papel en uno de sus cuadernos, solo faltaba que se cumpliera tal y como la azabache deseaba.
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No podrás....escapar de mi 🔪😍
DiversosSe que algo en mi está mal...lo sé. Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo. Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso. Olvídate de tus amigos...