Llegó la noche, la cena familiar estaba a punto de comenzar pero al escuchar el toquido de la puerta los interrumpió.
Grisha se levantó de la mesa y fue a ver quien era. Al abrir la puerta se encontró con Eren, que lo miraba de forma seria.
- Hola....¿Puedo pasar? - preguntó
Grisha no contestó de inmediato, lo meditó un momento y luego aceptó.
- Claro...pasa - dijo
Al entrar fue recibido por la inconformidad de su medio hermano y una sonrisa forzada de parte de la mujer.
- ¿Qué pasa? - preguntó llegando ambos al comedor
- Vamos a la sala o no sé, quiero hablar contigo - respondió
El hombre miró a su familia y lo pensó.
- No te voy a quitar mucho tiempo, será corto, lo juro - dijo, insistiendo
Aceptó y se dirigieron a la sala. Se sentaron y esperó a que el chico hablara.
- Perdón, en general, por todo lo que pasó, te pido perdón - dijo de repente, tomándolo por sorpresa
- ¿Por qué? - preguntó
- Por...la distancia que puse, el desprecio y odio que siempre sentí hacia ti y a tu..nueva familia y por no decirte lo...lo de mamá - su voz se entre cortó y sus ojos se cristalizaron - Tenías el derecho de saber - dijo tallando sus ojos con rapidez al sentir el desborde de sus lágrimas
Se quedaron un momento en silencio mientras Eren intentaba no mirarlo tanto a lo ojos.
- Te entiendo, y sé que lo que hice no estuvo bien, los dejé cuando me necesitaban más, y en especial tú - colocó su mano en su hombro.
El chico solo asintió y aceptó el consuelo.
- Y...la verdad es que debería ser yo quien pida perdón, ¿no crees? - preguntó.
Eren no dijo nada y asintió levemente.
El hombre se acercó y lo abrazó, desbordando todo su coraje en un llanto que necesitaba sacar.
Comenzó su llanto con el ceño fruncido, parecido a cuando se enoja pero que demostraba la tristeza, daba pequeños quejidos de dolor y decepción que nunca antes dejó salir, llanto que no lo dejaba respirar por momentos. Sentía de nuevo que su corazón se rompía con el mismo dolor de antes.
- Perdóname, de verdad perdóname hijo - susurró mientras lo mantenía abrazado y sobando su cabeza y espalda, se sentía culpable, razones para sentirse así, tenía muchas.
- Debí visitarlos de vez en cuando y no sólo limitarme a mandarles dinero... - se justificaba con arrepentimiento, sus ojos se cristalizaron poco a poco.
- Mamá....a-aún te-te quería - dijo entre grandes sollozos y un gran esfuerzo - Y yo también - soltó admitiendo su cariño perdido hacia él.
Grisha derramó una lágrima. Aumentó un poco de fuerza en su abrazo y luego lo soltó, sintiéndolo más calmado.
Eren sonrió con trabajo y sin esfuerzo para después limpiar su cara con su playera.
- No...no te preocupes, te perdono - dijo sonriendo con tristeza
- Gracias - bajó la cabeza
- Si puedo y tengo tiempo trataré de....de llamarte al menos una vez por semana - dijo ya más calmado
El hombre asintió, en forma de acuerdo.
Eren decidió levantarse e irse, ya tenían un plan, prefirió decirle de ello a su padre cuando ya estuvieran lejos, sentía que sería lo mejor.
- Bueno, ya...ya me tengo que ir, me están esperando - dijo y salió de la sala, entró al comedor y se disculpó por la interrupción para después abrir la puerta y salir.
- Eren - lo llamó su padre de nuevo, él volteó - Es bonita - dijo de repente, de inmediato supo de quien hablaba y sonrió
- Es hermosa - corrigió sonriendo y se marchó.
~ ~ ~ ~ ~ ~
Llegó a casa y al cerrar la puerta fue recibido por un apisonante beso de su chica, tomándolo por sorpresa. Correspondió la acción y abrazó su cintura.
- ¿Lo arreglaste? - preguntó al separarse, el chico asintió y colocó otro beso en sus labios.
- ¿Hiciste lo que te dije? - preguntó
- Sí, ahora solo tienes que quitarme el rastreador...confìo en ti - se tomaron de las manos y Eren asintió
- Vamos al baño entonces - dijo y la guió hasta aquél cuarto con un cuchillo más pequeño.
Mikasa se metió en la tina y recorrió su cabello a un lado. El cuchillo tocó su cuello y hombro, comenzando a cortar. Le dolió un poco pero aguantó.
Al momento de abrir la herida se quejó y cerró sus ojos para luego sentir como la diminuta cosa salìa de su cuerpo.
- Ya está, tranquila, ya está - limpió la sangre y luego besó la herida, estremeciendo su cuerpo un poco.
- Tus besos siempre me quitan lo que me duele ¿lo sabías? - preguntó con sus ojos cerrados, disfrutando aquél acto de cariño.
Siguió así hasta que un poco de sangre volvió a brotar. Se separó y limpió de nuevo, colocando una venda y abrazándola por detrás.
- Un dato que no sabía, pero ya sé como hacerte sentir bien - besó su mejilla para después levantarse y cargarla para llevarla a su habitación.
Ambos se recostaron abrazados para esperar la mañana e irse.
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No podrás....escapar de mi 🔪😍
RastgeleSe que algo en mi está mal...lo sé. Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo. Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso. Olvídate de tus amigos...