47. Enemigos a mis puertas

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Mire al cielo, oscuras nubes lo cubrían en su totalidad, e incluso se podían ver relámpagos a la lejanía, la tormenta que tanto tiempo había está esperando, finalmente está aquí.

¿Si estoy asustada? Ansiosa es la verdadera palabra, Cenizas ha sido un colaborador complicado, a el le debo mucho del conocimiento que poseo actualmente sobre el mundo, pero también es de aquellos que más me han asesinado, pero ahora conosco el método para hablar con el y sobrevivir, e incluso gracias a Irma uno que reduce el peligro y las consecuencias casi al mínimo, pero aún así, el peligro sigue ahí, Cenizas puede ser un oponente formidable.

Es por eso, que mientras esperaba que llegara la noche, con una taza de café frente a mi, Irma comenzó a relatar cómo estaban avanzando las cosas que le había pedido.

(Irma) Joven amó, he liberado a otra mujer del sótano del Saint Sofía, pero la seguridad cada vez es mayor, está vez fue difícil no ser descubierta.

(Leonora) no te preocupes Irma, a finales de esta semana nos habremos ocupado de esa mujer, solo quería hacerla enojar un poco, y atacarla por todos los frentes, ahora su compañía se derrumba, y no tiene la miel que tanto desea, esta desesperada, y eso es exactamente lo que quería.

Tome un sorbo de mi café, y me supo más dulce que de costumbre.

(Leonora) ¿Que más tienes que reportar?

(Irma) finalmente he logrado burlar la seguridad de la iglesia, y he conseguido un informe de sus actividades del último par de años, lamentablemente no está completo, por poco soy descubierta, y me ví en la penosa necesidad de retirarme.

Ella se vio un poco molesta, o decepciónada, fallar en una petición es una ofensa a su honor de sirvienta, pero no la culpo, si fuera fácil infiltrarse en la iglesia hace mucho que lo hubiéramos hecho, además del exinquisidor, en la sede de la iglesia hay otra persona a la que conviene no hacer enojar.

(Leonora) hmm, era lo mejor, no te sientas mal, hay que evitar hacernos enemigos directos de la iglesia, al menos hasta que todo esté listo, por ahora dame los informes, quiero hacer un par de comprobaciones.

Tome los informes que me entrego Irma, y los leí detenidamente, por ahora no había nada fuera de lo común, como siempre Arturuz era usado como un perro de caza, y el muy idiota ni se enteraba de ello, pase página tras página, y comprobaba mis suposiciones o mis recuerdos, sin importar las vidas que viva la iglesia cambia muy poco, la peor calaña de todo el reino reunido en una sola institución, un nido de gusanos y criaturas rastreras, tan ambiciosos y corruptos que la vida humana les había dejado de interesar hace mucho, es por eso que deben ser erradicados, esos y por qué ellos me quieren muerta.

Continuaré leyendo, y finalmente encontré lo que más me interesaba, un pequeño informe que hablaba de la salud del Arzobispo, párese que ya no le queda mucho tiempo, eso es bueno, a su muerte, esa mujer abandona la iglesia y no se le vuelve a ver nunca, cuando eso ocurra, la iglesia perderá a su carta maestra, y ya no será un verdadero peligro para mí, pero hasta entonces, es mejor evitarla.

Estaba por acabar, pero un pequeño informe elaborado por un tal cardenal Levian llamo mi atención, en el hablaba que quería desesperadamente reunirse con el conde Lazarus, eso llamo mi atención, creo que le concederé su deseo, y por lo que dice en el mismo, también el Conde Lucius desea hablar conmigo.

Solo en pensar en el Conde me hizo hacer una mueca de disgusto, el es uno de los mayores bastardos y enfermos del mundo entero, pero es completamente inofensivo a mis planes, es poco más que un loco, y no representa un peligro real, eso y que técnicamente gracias a él, yo me pude reunir con Camille, lo he dejado vivir, no es nada de lo que deba preocuparme.

Intentos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora