Intentos Infinitos

15. Ni enemiga, ni aliada

He de admitirlo, estoy un poco aterrada.

Después del rescate de Johan, dimos parte a las autoridades y arrestaron a los miembros de la banda, fue un poco difícil explicar la extraña muerte de Berto, pero yo fingii ignorancia, y Johan no tenía que fingir, después de todo, solo éramos un par de niños asustados.

Después de tomar nuestra declaración, le dieron parte al marqués y se decidió que Johan permanecería en mi casa hasta que su familia venga por el.

Y ahora heme aquí, nerviosa al saber que esa mujer vendrá, pese a no ser mi enemiga, es de las personas mas peligrosas de este mundo, y he aprendido a evitarla hasta ser capaz de acabar con ella de un único golpe.

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Me hallaba en el comedor tomando el desayuno junto a Johan, después de escapar de sus secuestradores se encontraba bastante afectado, y apenas hablaba o comia, pero últimamente ha recuperado su ánimo por lo que estaba comiendo con mucho apetito, hasta que una poderosa voz retumbó por todos lados.

(Mujer) JOHAN BEBÉ, MAMI HA VENIDO A BUSCARTE!!!

Las puertas del comedor se abrieron de golpe, revelando a una mujer que corrió para abrazar a Johan, y luego rompió a llorar.

(Mujer) mi bebé ha sufrido mucho!!! mami ha fracasado protegiendo a su niño.

La mujer lloraba desconsolada, pero por su parte Johan, estaba más preocupado por no ser asfixiado en el mortal abrazo de su madre.

(Johan) mama, me asfixias.

(Mujer) mi bebé, mami esta aquí, ya no llores.

La mujer no paraba de llorar, mientras Johan luchaba por liberarse del potente abrazo.

Había visto esta escena antes, y sabía que no había fuerza en el mundo capaz de devolver la razón a aquella mujer, asi que lo ignore y continúe mi desayuno.

Un momento después, una levemente alterada Irma, ingreso a la habitación.

(Irma) disculpe joven amo, no fuí capaz de contener a esa mujer.

Un solitario cabello se asomaba en su frente, y en su uniforme había una pequeña mancha de polvo, desde que conozco a Irma, esta mujer es la única capaz de alterarla.

Un momento después un hombre llegó a la habitación, le faltaba el aliento y parecía que había corrido hasta aquí.

(Hombre) cariño tienes que calmarte estamos en propiedad ajena.

(Johan) papa ayudaa, mama esta asi otra vez.

(mujer) mi bebeeee, mi bebeee.

Poco después llegaron otros dos jóvenes que eran los hermanos de Johan, y entre todos intentaron liberarlo del mortal abrazo de su madre, pero lo único que consiguieron fue también ser atrapados en sus brazos.

(Mujer) mis bebés, al fin están juntos de nuevo.

En ese momento pude ver cómo al padre se le rompía el corazón al ser excluido del abrazo.

Le dedique una mirada a la extraña escena digna de un cuadro renacentista.

Por un lado una amorosa madre abraza a sus tres hijos, y estos a su vez, lucha por no ser asfixiados, mientras tanto, hay un hombre con el corazón roto al se dejado de lado, y una chica travestida intentando desayunar, una escena dantesca dónde las haya.