Intentos Infinitos

57. Todo cae por su propio peso

Me levanté despacio de la silla mientras hacía lo posible para disimular a mi sonrisa. Simplemente me era difícil evitar reír. Lady Margoth hace una reverencia y me pide que la acompañe, por lo que tomo el grimorio en la mesa, y lo guardo en mi bolsa, después salimos de la habitación y volvimos al pasillo.

Comenzamos a caminar en silencio en dirección a la camara de melificacion, por el camino quise aprovechar el tiempo para sacar algo de información.

(Leonora) Entonces dígame, esa gente de la que hablo ¿quienes son? ¿Donde se reúnen? ¿Y que es lo que quieren?

(Lady Margoth) Hace mucho que nos reunimos, o mejor dicho que yo no asisto a las reuniones. Originalmente éramos unos pocos, pero cuando el grupo empezó a crecer el objetivo se fue perdiendo y tergiversando. Actualmente esa orden solo está conformada por payasos, y le recomiendo que no pierda su tiempo con ellos.

Hmm, interesante, tal parece que este grupo existe o ha existido en todas mis vidas. Pero fue en esta donde se ha corrido el rumor que soy la reencarnación de Oronela, que el grupo ganó adeptos. No se exactamente de que me podría servir tener adeptos en esta vida, pero conocer a los miembros originales puede ser de mucha utilidad.

(Leonora) muy bien, seguiré tu consejo, pero ¿entonces no hay nadie que sea de algún valor?

(Lady Margoth) no mi señora, habemos algunos que aún la respetamos y verdaderamente esperábamos su regreso. Entre ellos están, yo evidentemente...

El burro por delante...

(Lady Margoth) el marqués Le Blank, el cardenal Samuel Levian, algunos otros miembros menores de la iglesia, y el Barón Theodore Lalauri, solo que de este último no he tenido noticias durante varios años, diría que murió pero... Ese anciano es más escurridizo que una rata.

Espera, ¿el cardenal Levian? A él lo conozco bastante bien. El es el jefe inmediato del inquisidor, por lo que debe haber ordenado mi muerte un centenar de veces durante todas mis vidas. Aunque ahora que lo pienso, tiene algo de sentido. Si el desea el regreso de la bruja original, entonces no tiene tiempo que perder con la portadoras de la marca como nos llama, por lo que matarnos quizás aumente la posibilidad de que la próxima resurrección sea la verdadera bruja. Suena algo rebuscado, pero le veo algo de sentido.

Mientras pensaba en todo esto, me doy cuenta que Irma se había quedado de pie, con la mirada perdida a la nada. Hmm, ahora que lo pienso creo que se detuvo en el mismo momento en que Lady Margoth menciono el nombre del barón Theodore Lalauri.

Theodore Lalauri... Creo que he escuchado ese nombre antes, pero no puedo recordar el dónde...

(Leonora) Irma, ¿estás bien?

Irma seguía con la mirada perdida hasta que finalmente me respondió.

(Irma) hay una especie de disturbio afuera.

(Leonora) ¿Disturbio? ¿Que clase se disturbio?

(Irma) no estoy segura, pero algo está pasando en la ciudad, ¿Desea que vaya investigar?

(Leonora) Hmm, ignóralo por ahora, ya nos enteraremos después.

Asi que era eso, por un momento pensé que se había reaccionado ante el nombre de ese tal Theodore Lalauri, pero tal parece que ha ocurrió algo en la ciudad y su reacción fue solo una coincidencia. Bueno sea como sea he escuchado ese nombre antes, pero sigo sin recordar el dónde, por lo que no creo que sea importante.

Al final, Irma hizo una reverencia y continuo caminado detrás nuestro. Pensé en ese "distubio" por un momento, pero no creo que sea nada importante y necesito a Irma conmigo, por lo que lo dejaré pasar por ahora.