Intentos Infinitos

47.5 Punto de vista de Johan.

Una vez más, heme aquí, sentado en una de las sillas del comedor, intentando dialogar con esta mujer, que no tiene la más mínima intención de hacer se su parte.

(Johan) señorita De Kinner...

(Celes) ¿al menos serías capaz de llamarme Celes?

(Johan) no creo que tengamos ese nivel de confianza.

(Celes) como sea, me da igual como me llames, yo te de dicho mi veredicto.

(Johan) las cosas no puden ser como tú quieras...

Ella cruzó sus brazos e hizo por ignorarme, yo suspire, y me queje en silencio. Mi madre en una carta me comunico que la deje tranquila, ella ya arreglará este asunto cuando tenga la oportunidad, pero las palabras que me dijo León me dejaron pensando, quisas dependo mucho de mi madre, por eso quiero que esto funcione de alguna forma, es por eso que consulte con mi padre y mis hermanos mayores, ellos deben tener más experiencia en estos casos, más mi padre en tratar con mujeres de carácter complicado.

(Johan) mira, vamos a dejar las cosas claras, yo no te agradó...

(Celes) a mí me agradas, bueno, lo harías si no fueras tan molesto.

Dioses... Y yo pensaba que Aisha era imposible.

(Johan) bueno, dejémoslo así, tu no está conforme con el compromiso, ¿No es verdad?

Por primera vez desde que la conozco, su gesto aburrido desapareció un momento, y me prestó algo de verdadero interés.

(Celes) ¿quieres que sea honesta? Me siento traicionada, yo confiaba en tu madre, y cuando menos los esperaba, bumm, organiza mi compromiso y no me deja elegir u opinar en lo más mínimo.

Bien, ha dicho lo que piensa, según mi padre eso ya es un avance.

(Johan) si conoces a mi madre entiendes que ella tiene sus motivos para hacer las cosas, a veces es difícil entender lo que piensa, pero de una u otra forma, ella siempre tiene la razón al final del día.

Ella hizo un media sonrisa y me desvío la mirada.

(Celes) bueno, creo que tienes un punto, pero aún así, ella debería haber escuchado mi opinión al respecto.

Esto va por buen camino, creo que finalmente estoy avanzando.

(Johan) deberías entender mejor tu posición como hija del archiduque, tarde o temprano tu familia necesitará un heredero, ¿O acaso no eres consiente de la larga lista que tienes de pretendientes?

Un poco sorprendida ella volvió a dirigirme la mirada.

(Celes) ¿eso existe? ¿Desde cuándo?

(Johan) prácticamente desde que tú padre te presento en sociedad, tu territorio es de las más grandes del reino, y tú padre ya había acarreando una larga lista de pretendientes al no estar casado, simplemente le dejaron de presentar a sus hijas, para presentar a sus hijos, uno por otro, la nobleza no pierde el tiempo.

(Celes) puff, por eso odió todo esto...

Ella volvió a su actitud aburrida, pero está vez no está dirigida a mi, según mi padre, mi madre también le tiene cierta manía a la sociedad noble, solo que es muy buena ocultando su desagradó, y entiende mejor que nadie el peso de su posición.