Capítulo 23

2K 164 145
                                        


Maddie se me queda mirando con sorpresa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maddie se me queda mirando con sorpresa. ¿En serio se cree que a mí se me puede escapar algo? ¿Qué no me iba a dar cuenta de que algo raro pasaba?

― Ehhh... no... no sé de... de qué me hablas ― murmura mi amiga nerviosa sin atreverse a mirarme.

― Maddie, te conozco mejor de lo que me conozco a mí, así que empieza a hablar.

― Joder, ahora mismo te odio mucho, ¿lo sabías?

― Sí, sí, pero no me cambies de tema y empieza a contarme.

Maddie suspira resignada y se tira en el sofá, me siento a su lado.

― Pues...

― ¡Espera! – interrumpo poniéndome de pie ―. Tengo la intuición de que la historia requiere palomitas. Aprovecha estos minutos para organizar tus pensamientos.

Cinco minutos después vuelvo a estar sentada al lado de Maddie con un bol gigante de palomitas y una lata de coca cola.

― No me lo puedo creer...

― Sí que puedes, vamos, empieza. Estoy impaciente.

― Es que... no sé por dónde empezar.

― ¿Qué has estado haciendo estos cinco minutos?

― Pues alucinar un poco contigo, la verdad.

― No me seas dramática. Vamos ― digo animándola ―. No quiero que se enfríen ― añado señalando el bol.

― Pues a ver, por un lado está Graham, pero claro... cuando vi a Joe... ¿Tú le has visto? Sinceramente creo que los genes de vuestra familia son increíbles, mírate a ti y tus herm...

― Para, para, para.

― ¿Qué te pasa ahora?

― Primero, puaj, de la única forma a la que veo a mis hermanos es como a dos idiotas sin cerebro, ¿vale? Segundo, deja de desvariar y tercero, empieza por el principio que me pierdo ― añado con una sonrisa estúpida porque es lo que me dice la estrella del rock cuando le voy a contar algo de mi vida. 

Y evito el pequeño piropo, porque no me gustan los cumplidos.

― Vale, me estresas, Jill. A ver, Joe me ha parecido guapísimo desde... desde siempre, la verdad. Cuando fuimos creciendo pues me empezó a gustar... y mucho... Pero entonces me fui a Nueva York. Ya sabes que tonteé con algún chico, pero yo seguía comparándoles con Joe.

― ¿Eres consciente de lo ofendida que estoy?

― No sabía cómo decirte que tu hermano mayor era mi... ¿crush?

― Maddie, esa palabra no existía antes, o al menos no se usaba, así que era o es tu amor platónico.

― ¿Me dejas continuar? ― Asiento poniendo los ojos en blanco ―. Gracias. Pues, como ya sabes, en los últimos años no he estado con nadie y conocimos a Graham y, no sé, fue como un soplo de aire fresco y me encanta su forma de ser y lo que paso con el hela...

TOUR BUS [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora