Parte 24: La cara es el reflejo del alma

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07/07

Estábamos llegando a Madrid. Apenas faltaba un rato para llegar pero era la hora de comer. Habíamos pasado casi todo el camino en silencio, de hecho hacía rato que había empezado a ser incluso incómodo. Entonces casi agradecí que Fargan rompiese el silencio. 

F: Oye, ____. - Dijo serio sin apartar la mirada de la carretera. 

TN: Dime. 

F: ¿Quieres hacerme un favor? - No terminaba de descifrar su expresión ni la causa por la que no me miraba y eso me alteraba un poco. 

TN: Sí, supongo que sí. - Contesté casi de forma automática sorprendida por la pregunta. 

F: ¿Sí o supones que sí?

TN: ¡Ay! ¡Ya! Dime qué quieres... - Mi desubicación pareció divertirle un poco. 

F: Pues... quiero tenerte un ratito más para mi solo... - Ahora sí me estaba mirando. - ¿Quieres ir a comer?

TN: Emmm... Fargan, llevo dos días con la misma ropa... creo que me quiero duchar. - Aunque era cierto he de reconocer que era más bien una excusa. 

F: Vale... - Dijo apenado y siguió conduciendo haciendo que me enterneciese y dejara de escuchar la voz que me decía que eso no debía ser así. 

TN: Supongo que puesta a ser una cochina puedo serlo un par de horas más... - Dije sonriendo. Él se volvió ilusionado a mirarme. 

F: ¿Eso es un sí?

TN: Sí... - Suspiré y la seriedad volvió a su rostro. 

F: Si vas a estar incómoda mejor no. 

TN: No es eso. Seguro que voy a estar muy a gusto. Pero... después creo que necesito distanciarme un poco para poder pensar... 

F: Lo entiendo... y precisamente por eso te quería un ratito más para mí solo. - Dijo sonriendo. - No te preocupes. Sé que vas a necesitar tu espacio y yo... también, aunque no quiera. - Nos quedamos en silencio un par de minutos, pensaba en lo que había dicho Fargan y en qué ocurriría. Éste me sacó de mis pensamientos. - ¿Qué quieres comer, preciosa?

TN: Pues... mataría ahora mismo por una lasaña al forno. 

F: Italiano, pues... - Paró un momento en un área de servicio y buscó en el navegador restaurantes italianos cerca. Eligió uno que estaba en un pueblo pequeño por el camino para no desviarnos mucho. 

Al llegar, me encontré frente al típico pueblo de la meseta, pequeño y con las casas antiguas. Aparcó cerca y fuimos andando un poco. No sé por qué lo hice pero le cogí de la mano, ese contacto se sentía demasiado bien a pesar de que hacía un calor horrible. Entonces él me miró sonriendo y me soltó la mano, no entendía muy bien por qué hasta que pasó un brazo por encima de mi hombro. Caminamos así unos metros hasta llegar a un local pequeño. 

Al entrar mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse a la penumbra del interior, luego pude ver que era una pequeña taberna con un montón de láminas de monumentos romanos. Lejos de la primera impresión el lugar tenía encanto. Un hombre salió a atendernos. 

¿: Hola parejita, ¿vais a comer?

F: Sí, para dos por favor. 

¿: Estupendo, sentaos donde queráis... No suele venir mucha gente a mediodía. 

Nos sentamos en una mesa, debajo de un cuadro enorme del Coliseo. El mesero trajo las cartas y Fargan miró la suya interesado. Yo solo comprobé que había lasaña al forno y la cerré. Me quedé observando a mi acompañante. Sus ojos... esos labios que poco antes había besado... Él se dio cuenta de que lo estaba mirando y me sonrió. Intenté apartar la vista pero ya era tarde, me había visto de pleno. 

Vacaciones //xFarganx (y alguno que otro más) y tu hot// (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora