Los pálidos trajeron en sus galeones a unos esclavos con cuerpos más oscuros, largos y fuertes que los nuestros. Aguantaban la sed como las criaturas jorobadas de sus tierras y, a pesar de sus miserias, trajeron su alegría y música. Ellos trabajaban en las plantaciones y nosotros en las haciendas. Aunque nuestras lenguas eran distintas entendíamos nuestro pesar. A todos nos recordaban que no debíamos dejar de trabajar con el látigo. Nuestro sufrimiento nos unió y así fue como un grupo nos aventuramos a huir a la selva y vivir como criaturas libres. Así empezó la vida en el Caribe.
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
Short StoryEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...