La vejez me ganó y no pude hacer más. Espero que notes en tus sueños que te vengo a visitar. Te abrazo mucho aunque tú no lo sientas. Perdona, no te culpo. Sé que me extrañas como yo a ti. Con tus abuelos, tíos y unos amigos ideamos una forma de saludarte. Esta noche haremos una fiesta en tu jardín. Espero que te nos unas un rato. Por favor no mates ni espantes a nuestros cómplices.
– ¿Y esas luciérnagas? –dices con una sombra de sonrisa – ¡Qué lindas, me recuerdan la finca y los campamentos! –y así sé que nos notaste.
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
Historia CortaEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...