El sanador de lágrimas

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Estaba con las alas heridas y no aguantaba vuelos de larga distancia. Mi añoranza al pasado y a lo que nunca fue no me permitía sonreírte como agradecimiento a tus cuidados. Mis lágrimas me nublaban la vista y no te veía, sólo te sentía apretándome con tus brazos para que no me fuera a caer de nuevo. Cansado de verme ciega por el dolor decidiste extraer mis lágrimas como quien extrae el veneno de una herida. Tus labios tomaban la sal de mis ojos y la convertías en miel con tus besos. Así fue como descubrí que el amor existe.

Mis microrelatos - Cabos sueltosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora