Luego de su muerte limpiamos lo que dejó en este mundo. Descubrimos instrucciones escondidas en gavetas, libros con dedicatorias para familiares y amigos, su testamento y e incluso lo que parecía su epitafio. Decía así: «Aquí yace una persona que de joven persiguió sus sueños sin reconocer la fuerza magnética que le ayudó a llenar sus sentidos de la belleza del mundo. Con el tiempo les hizo caso a sus inseguridades y murió añorando las aventuras de su juventud. Amigo, si aún está vivo y lee esto, váyase del cementerio y siga su sexto sentido. Alcanza la eternidad para visitarnos».
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
Historia CortaEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...