Ya no lo aceptan en la orquesta ni en la escuela de música que fundó porque la vida lo había hecho lento. Además, escuchaba palabras diferentes a las que le decían y veía notas distintas a las plasmadas en las partituras por nuevos compositores. Al notar la soledad de su vejez empezó a ir al parque a tocar música para las almas que rondaban melancólicas. A pesar de sus lágrimas cayendo al ritmo de sus cuerdas vibrando logró notar que la hojarasca bailaba sin ayuda del viento. Notó que su violín le devolvía la vida a él y a otros.
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
Cerita PendekEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...