Me encantaba verte cuidar tu jardín. Sembraste árboles frutales y flores de diferentes tamaños y colores. Era un paraíso que imaginé que construiste para mí. Quería bajar y estar contigo pero me decían que no era tiempo aún. Sólo me dejaron hacerte visitas cortas. Varias veces elegí ser mariposa. Revoloteaba feliz alrededor tuyo cuando llegabas a casa y cuando regabas tus plantas. No te podía besar pero lanzaba dulces polvos de polen para que te ayudaran a tener más lindo tu jardín. A veces me mirabas y decías «gracias». Pasaron veinte años y al fin me dejaron llegar a ti.
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
ContoEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...