El rescate llegó al atardecer cuando emprendieron un viaje hacia la playa acompañados de música, unas Cabro Reserva frías y trajes de baño para "nadar" las penas de la tormenta que pasaron ese día. Luego de unos clavados y competencias de velocidad en la piscina se sentaron a escuchar las percusiones de las olas al chocar entre sí, mientras la espuma del mar masajeaba sus pies y la brisa salaba su respiración y labios. Así, en silencio y tomados de la mano, sintieron sus corazones agitados por una tormenta de sentimientos diferente a la que los llevó ahí.
Foto que acompaña relato: Playa Hawaii, Guatemala tomada por Ing. César Zacarías (INAB).
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
Short StoryEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...