Llevo mi carta sellada con besos a la abandonada oficina de correos mientras me lamento de nuevo que a tu época no lleguen las vídeo llamadas. Te imagino impaciente por mi respuesta. Al llegar, me sorprende el mensajero diciéndome que ahora sólo transmiten palabras en código. ¡En qué mala época llega a tí el telegrama! Le pido que te escriba «Sí». Camino de vuelta a casa nostálgica. Al entrar, el teléfono suena. Me lleno de lágrimas al escuchar tu voz por primera vez mientras me dices que llegarás a abrazarme a la oficina de correos. Corro feliz hacia nuestro encuentro atemporal.
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Mis microrelatos - Cabos sueltos
ContoEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...