El Rey de los Vikingos toleraba con paciencia las tonteras que su gente cometía durante las muchas batallas que perdió. No se desanimaba ni gastaba energías en castigar las torpezas y debilidades de su ejército. Él seguía su estrategia. Siempre ganó las guerras que le tocaron. ¿Su secreto? Decían que debajo del casco llevaba un diamante que le daba poder y buena suerte.
Una noche mientras dormía, me escabullí a robar ese diamante. Al ver su casco no noté nada brillar, sólo vi talladas las siguientes palabras formando un rombo: Insistir, persistir, resistir y nunca desistir. Así enfrentaba la vida.
ESTÁS LEYENDO
Mis microrelatos - Cabos sueltos
ContoEste es una compilación de micro-relatos que inició el 22 de junio de 2020 gracias a un reto iniciado por mis amigos del curso de escritura que tomé en la librería Sophos. Nos propusimos escribir 100 palabras por día. Cada capítulo es único y no tie...