Capítulo 39

568 75 15
                                    

– Te dije "rómpele el corazón" – reclamaba Sicheng – no ve allá y haz una pijamada –

– Lo sé, habla más bajo – pidió.

– ¿Puedes al menos explicarte? –

Yuta suspiró.

Giró hacia la habitación y observó a YangYang dormir plácidamente. Sonrió enternecido antes de cerrar la puerta.

Sicheng lo había acorralado en el pasillo y, obviamente, demandaba saber que carajo estaba pasando.

Pero ni él lo sabía.

– Mira – habló tranquilo – sé que me ama. Y sé que, entre más tiempo paso con él, mas va a doler mi partida – negó – pero... –

El chino entrecerró los ojos.

– Pero... – alentó.

– No quiero irme – susurró.

El menor parpadeó, confundido.

– ¿Qué dijiste? –

– No quiero hacerlo – insistió – soy horrible, lo sé. Pero no pienso irme hasta saber que va a estar bien –

– ¿Y cuándo es que va a pasar eso si no lo dejas en paz? – gruñó – él necesita dejar de pensar en ti. Necesita conocer gente. A alguien –

El otro tragó duro.

Alguien.

– Yo puedo ayudarlo –

– Yuta... –

– Prometo que puedo – se acercó – déjame ayudarlo. Y cuando encuentre a alguien me iré, ¿sí? Sólo déjame quedarme –

El menor lo miró escéptico.

Esa era una idea simplemente estúpida por muchas razones.

Pero, en su experiencia, si decía que no, de todos modos lo iban a hacer.

Mejor frente a él que a sus espaldas.

– Bien – aceptó finalmente – pero si lo jodes... –

– No va a pasar – aseguró – voy a ayudarlo a estar bien –

– Como digas – negó – me conformo con que le presentes a alguien para que salgas de su cabeza –

Yuta reprimió una mueca.

Había algo amargo en la posibilidad de ver a YangYang con alguien más.

Pero bueno.

Era lo correcto.













Después de una breve discusión y algunas amenazas hacia Yuta, Sicheng se encontraba tocando la puerta del cuarto de Jaemin.

– Pase – pidieron del otro lado.

El mayor entró y sonrió a su hermano menor, que lo veía desde la cama leyendo casualmente una revista.

– YangYang está con un chupa sangre – dijo mientras miraba por la ventana – ¿puedes creerlo? –

– No – tragó duro – ¿eso es tan horrible? –

– Dímelo tú – rió sin ganas – uno de ellos casi mata a Taeil y ahora nos regala planos de casas y ropa bordada – lo miró de reojo – es como, ¿ahora los perdonamos tan fácilmente? –

El menor suspiró dramáticamente.

– Supongo que no nos queda de otra que darles una oportunidad – sonrió – Donghyuck se ve feliz de que no tengamos más problemas con ellos. Y bueno, Xuxi hyung no se ha quejado – se encogió de hombros – puede que Haechannie lo tenga de una correa, pero es bastante funcional, ¿no te parece? –

Hunting season Donde viven las historias. Descúbrelo ahora