Kun entró a su casa sonriente.
Llevaba el correo en la mano e iba leyendo una de las cartas.
– Hola – saludó Hendery, que lo encontró mientras caminaba descalzo por la casa.
Kun lo miró con reproche.
– Ponte unos zapatos –
El menor rodó los ojos antes de subir y bajar escaleras en cuestión de segundos, ya usando algo.
– ¿Te costaba tanto? – rió – mira esto – dijo extendiéndole una de las cartas.
El otro la miró curioso antes de levantar las cejas, sorprendido.
– Una boda – sonrió – me gustan las bodas –
– De los mestizos, ¿puedes creerlo? –
– Bueno, les caemos bien a casi todos – se encogió de hombros – ¿la invitación es familiar? –
– Parece que sí –
– Genial. Compré un traje de Dolce –
El mayor lo miró con cansancio.
– Estaba en oferta – se excusó rápidamente.
– Como sea – negó – no estoy seguro se que yo debería ir –
– Claro que vamos a ir – habló un tercero, entrando en el recibidor.
Kun lo miró boquiabierto.
Jisung caminaba sonriente hacia él. Sabía que había escuchado, y él insistía mucho con el asunto de que debía perdonarse.
– Mira – señaló la fecha impresa en el cartón – es en tres semanas. No tengo un traje, ge – sonrió – ¿me prestas uno? –
– ¿No tienes un traje? –
– Bueno, sí lo tengo. El que usé en mi graduación de la secundaria. Pero estoy seguro de que no me queda – entrecerró los ojos – y te escuché decir que tienes un Dolce –
– En todo caso – sonrió – un traje mío te queda mejor, ¿no crees? –
– Pero quiero usar uno de Kun ge –
– Está bien – interrumpió el aludido – te compraremos uno. Y compraremos uno para mí también –
– ¿Entonces irás? – preguntó Hendery, entusiasmado.
Kun sonrió de lado.
– Sí. Iré –
Jaemin llegó a casa en la noche.
Su novio lo había llevado, como siempre, pero esta vez, no iban solos.
Sicheng frunció el ceño cuando lo vio entrar.
– Hola, hyung –
Jeno se limitó a hacer una reverencia.
Luego, detrás de él, entró uno de sus hermanos.
– Buenas noches –
El alfa se levantó del sofá.
Lo miraba con cierta sorpresa, pero para nada como solían mirarse antes.
– Buenas noches, John –
– Lamento llegar como si nada – sonrió – vine a ver a Hyuck –
– Ah... está en la cocina – señaló la puerta – pasa si quieres –
– Prefiero que lo llames – pidió avergonzado.
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Hunting season
Hayran KurguNo eran de clases sociales, razas o preferencias diferentes. Su conflicto principal, eran sus especies. O eras un perro, o eras un muerto. Si eras un humano no había problema, a menos que estuvieras con uno de ellos. NCT OT21 (ya sé, dije que no ib...