Capítulo 50

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Yuta se estaba estresando mucho.

Primero, YangYang.

No sólo había comenzado a salir con un estúpido vampiro. No. Ahora el idiota iba a recogerlo a la escuela, lo llevaba a citas nocturnas y lo llamaba constantemente.

Le costó al japonés toda su fuerza de voluntad no ir a espiar y desistir de ir a recogerlo pese a sus protestas.

Se negaba a oler a otro vampiro en su cachorro.

Además de eso, le sumaba a sus dolores de cabeza el asunto de la boda.

Había pensado en invitar a YangYang para tener una excusa para verlo, pero no. El idiota de John ya los había invitado y el menor probablemente llevaría a su nuevo novio.

Bien, sólo le quedaba una opción.









Jungwoo estaba limpiando la cocina después de la cena con la ayuda de Ten y Doyoung.

– Déjalo – pidió el mayor – nosotros dos terminaremos esto –

– ¿En serio? – preguntó el tailandés, incrédulo.

– Confía en nosotros, Tennie – besó su frente – Nunu y yo nos encargaremos –

– Bueno – se encogió de hombros – no arruines mi batería nueva – dijo antes de salir dando saltitos.

Cuando se quedaron solos, Jungwoo se tensó incómodo.

– Hace mucho que no hablamos, Nunu – comentó casualmente.

El menor asintió.

– Es extraño – admitió.

– Lo es –

Se quedaron en silencio una vez más antes de que Jungwoo sintiera un par de golpecitos en su hombro.

Extrañado, se giró a verlo.

Jadeó cuando lo encontró sosteniendo una rosa roja y un pequeño llavero de Snoopy.

– He intentado años convencerme de lo que te dije. Que somos familia y que no sería algo bueno si correspondo a tus sentimientos – se acercó unos pasos – sé que te lastimó cuando te enteraste que besé a Taeyong. Sé que le pediste a Yuta que consiguiera una cita para ti – negó decepcionado – lamento nunca haberme disculpado por eso –

El otro desvió la mirada cristalizada.

– No tienes por qué disculparte. Entiendo – rió – si te soy sincero, me molestó más que tuvieras que irte –

– Luego coqueteaste con Yuta cuando regresé –

– Quería molestar a Taeyong – entrecerró los ojos – considéralo una dinámica recreativa. Yuta es como mi hermano –

– Aún así me hizo pensar – sonrió de lado – con mi exilio y con YoonOh a punto de casarse, llegué a la conclusión de que he estado haciendo todo mal – suspiró – soy un hombre tan anticuado, que me he privado de hacer lo correcto por décadas –

El menor mordió sus labios.

– ¿Y qué es es lo correcto? – preguntó con voz inestable.

– Pueden ser dos cosas, pero depende de ti – tomó una de sus manos – puedo irme, aunque no quisiera, para no hacerte daño – tomó su rostro, volviéndolo al frente – o puedo quedarme y contigo esta vez –

Jungwoo negó.

Estaba a punto de llorar.

– No quiero que te quedes si no va a ser para siempre –

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