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Jack me agradaba...hasta que me invitó a bailar, tuve que decirle que prefería charlar. Esa sorprendente que no me sentía incómoda con él. Sospechaba que era por los tragos que ya estaban haciendo efecto en mi sistema, porque por un momento hasta Christian se me olvidó.

—Y bien, ¿se agradaron?.–Dijo mi papá en cuanto regresó.

—Te tengo una noticia.–Le respondí mientras sonreía.—No nos vamos a casar.–Hice un puchero de forma burlona.

—No sé de qué hablas, pero no me sorprende.-Mi padre encogió los hombros.—¿Cómo va el trabajo, Jack?.

Jack iba a responderle pero lo interrumpí. Creo que el alcohol me hacía valiente, me sentía furiosa. Toda la maldita velada estuve soportando al estupido de mi padre, ya era momento de pasarle la factura.

—¿Cuál es tu obsesión conmigo?, ¿me invitaste para prostituirme?.—Grité.

—Anastasia Steele, cálmate y no me grites.–Susurró viendo para todos lados.

—No me voy a calmar, quiero hablar contigo.

—Jack, ¿nos disculpas un momento?.–Dijo entre dientes mientras me tomaba del brazo pero nuevamente me le zafé.

—No, no nos iremos un momento. Dime cuál es tu problema conmigo.

Mi padre gruñía que no hiciera un escándalo, pero yo seguía picándolo.

—¿Sabes cuál es mi problema?. Eres una vergüenza, Anastasia. Te estoy haciendo un  favor al buscarte un esposo.

—No necesito un esposo.–Subí mi voz a su nivel tratando de que no se quebrara.

—Hornear no te dará de comer mucho tiempo más, claro que necesitas un marido. Pero ya confirmé que ni para ser una esposa sirves.

—¿Quieres que me case para que termine como mamá?, ¿quieres que sea infeliz como ella?.–Me seque las lágrimas. La cara de mi padre cambió, ese seguía siendo un tema difícil para ambos.

—No me hables así.–Me apuntó con un dedo amenazándome.-Respétame.

—No tengo porque respetarte cuando tú no me respetas, maldita sea.—Grité mientras las lágrimas salían de mis ojos.—Que chistoso, Ya entendí porque mamá se fue.—Solté una risita mientras intentaba apartar las lágrimas de mis ojos. El pobre de Jack solo estaba callado y con la vista agachada.A lo mejor todo el mundo ya nos había escuchado,¿que tengo que perder?.—Es una lastima que no puedas ver como son las cosas realmente, pero ya no me dejare humillar por ti. Estás tan cegado que no ves lo que he hecho yo sola solo "horneando basura". ¿Esto es por qué estoy ensuciando tu apellido?, pues quédatelo. Sabía que no debía venir, pero algo dentro de mi, muy pero muy en el fondo tenía la esperanza de que esta vez fuera diferente.—Quise volver a sonreír pero estoy segura que me salió una mueca.—No te preocupes, perdóname por avergonzarte.

Mi padre sólo pasó saliva al igual que Jack, caminé con todas las miradas encima hasta llegar a la salida. No podía irme sin Kate, pero ella no me respondía las llamadas ni los mensajes. No quería molestar a Luke, y tenía miedo de tomar un taxi.

Me senté en una jardinera, no me importaba si el maldito vestido se ensuciaba. Me quite el antifaz, me apoyé en mis rodillas para poder cubrir mi cara mientras lloraba.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora