59

4.7K 303 35
                                    

—Recuérdame, ¿por qué estoy haciendo esto?.–dijo Luke mientras acomodaba otra bandeja en la mesa.

—Tú te ofreciste.

Bake sale, o mejor conocida como la venta de pasteles. Una venta de pasteles es una actividad de recaudación de fondos donde se venden productos horneados como rosquillas, pastelitos y galletas. Bueno, ¿por qué estoy explicando esto?, el nombre lo dice todo

Así que aquí estábamos, Luke y yo reunidos en la escuela de Teddy para poder recaudar más fondos....¿no era suficiente con las aportaciones que daban los padre de familia?. Cielos, que ambiciosas pueden ser algunas escuelas.

—Okey.–Luke dio unas palmaditas.—Ya di una vuelta por los alrededores y déjame decirte que no tenemos competencia. Vamos a ganar.

—Luke, esto no es un concurso.–rodé los ojos mientras negaba.—Todos los padres tienen que traer algún producto para vender y así recaudar fondos.

—¿Y por qué estamos haciendo esto?.

—Caridad.–repetí.

—Pues con nosotros se sacaron la lotería y sin comprar boleto.–Luke estiró la mano para tomar una galleta pero la retiró inmediatamente cuando le di un manotazo.

—Quieto.–lo mire fijamente, él se estaba acariciando su mano.

—Es demasiada comida.–señaló nuestra mesa de postres.—Fácilmente puedo agarrar 5 cosas y seguiremos recaudando fondos.

—Fácilmente puedo agarrar 5 cosas y seguiremos recaudando fondos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tal vez si me había excedido un poco, pero cuando me pongo muy ansiosa solo puedo cocinar y cocinar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tal vez si me había excedido un poco, pero cuando me pongo muy ansiosa solo puedo cocinar y cocinar.

Para Teddy este era un evento importante porque todos los padres estaban presentes. Aún recuerdo que casi me ahogaba con mi desayuno cuando me dijo sobre esta actividad. Me lo dijo con dos días de anticipación.

"—¿Segura que no tienes problemas?.–dijo Christian mientras veía como metía la primera tanda de galletas al horno y se reía porque mis mejillas, al igual que mis manos, estaban con restos de harina.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora