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"La gente dice que no deberíamos estar juntos
Que somos muy jóvenes para saber lo que es eterno
Pero yo les digo, no saben de lo que están hablando
Porque este amor solo se hace más fuerte
Así que no quiero esperar, por más tiempo
Solo quiero decirle al mundo que eres mía, chica.

Ellos no saben de las cosas que hacemos
No saben de las veces que nos decimos que nos amamos
Pero apuesto que si supieran
Simplemente estarían celosos de lo nuestro
Ellos no saben lo que es pasar todas las noches en vela
No saben que he esperado toda mi vida
Solo para encontrar un amor como este
Nena, ellos no saben, no saben de nosotros

No saben lo especial que eres
No saben lo que le has hecho a mi corazón pueden
decir lo que quieran, porque no nos conocen

Eso es entre tú y yo, nuestro pequeño secreto. Ellos no saben "

- "They Don't Know About Us"
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—Sabes, esa era una buena canción. - tomé la mano de Christian cuando me ayudó a bajar del auto.

—Hoy luces muy linda.

—Si, Ana ¡estas bellísima!.– Christian y Teddy han logrado que me sonrojara.

—No estés nerviosa,vas a agradarles.—Christian acomodó detrás de mi oreja un mechón de mi pelo.—Nadie se resiste, terminan adorándote.

Yo creo que se notaba lo colorada que estaba aún con la poca luz de la luna. No me acostumbraba a esta faceta de Christian, todo esto era tan raro.

—Oye Teddy, estás muy guapo.—Teddy caminaba hacia la puerta en medio de nosotros.

—Lo sé.—Rodé los ojos cuando Christian chocó las palmas con Theo. Total, era igual de egocéntrico que su padre.

—Yo creo que esta noche nos vemos increíbles.—Volví a poner los ojos en blanco. Claro que Christian necesita subirse su ego.—Acérquense, tomémonos una foto.

—Es una hermosa foto, Christian

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—Es una hermosa foto, Christian.—sonreí viendo la pantalla del celular.

—Tú te ves más hermosa con ese vestido rosa.–volví a sonrojarme.

—Ana, tengo que advertirte sobre mi tía Mía. Puede ser muy gritona, pero tenle paciencia.—me reí ante la seriedad con la que hablaba Teddy.

—No te preocupes enano,podré con ella.—vi como Christian tocaba la puerta, fuimos recibidos por la chica de servicio preguntándonos sobre si podía tomar nuestros abrigos mientras nos invitaba a pasar.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora