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—Oh Dios mío, no puedo creerlo.–Dijo Luke mientras se sentaba a desayunar.

—Ayúdame a poner la mesa, holgazán.—Le reclamé mientras ponía la mezcla de hot cakes en el sartén.

—¿Sabes qué?, te mereces un café, deja los preparo.—Luke se levantó y empezó a buscar las tazas e ingredientes para preparar los cafés.—Efectivamente, tienes cara de que ocupas un café.—Mientras el agua se calentaba, él ponía en las tazas lo necesario de café y azúcar.

Después de que Christian me trajera a mi casa, le mandé un mensaje a Luke diciéndole que le tenía drama y lo esperaba en la mañana. Pero el es tan cabron que a primera hora ya estaba tocando mi puerta, cosa que me pude evitar si él se acordara de usar la llave que le di en caso de emergencia.

Y ahora estaba haciéndole de desayunar mientras le contaba con lujo de detalles todo lo que había sucedido en el evento.

—Ay Ana, es que todavía no puedo creer que tu padre te dijera eso. Bueno, la verdad si era de esperarse. Me dan muchas ganas de golpearlo, pero pues mi manicura.—Luke le dio un sorbo a su café mientras yo le daba un golpe en su hombro.—Tarada, me pude manchar.

—Luke, eres tan gay a veces.–Reí.—Oye, ¿sabes si Kate llegó a su apartamento?.

—¿tengo cara del vigilante de piso?, no sé dónde ande esa borracha. Ni la invoques, no quiero soportar a dos personas crudas hoy.

—Eres un tonto.–Le dije sonriendo mientras me llevaba un trozo de panqueque a la boca.

—No le pude tomar foto, se me olvidó.–Luke hizo un puchero mientras comía y veía su teléfono al mismo tiempo.

—Luke, eres igual que Kate, dejen de fotografiar todo lo que se mueva.

–Ingrata, tú nos pegaste esa costumbre.

Después de desayunar le dije a mi amigo que le tocaba lavar los trastes, mientras él hacía eso yo me acostaba en el sillón intentando descansar un momento. Tenía sueño, pero dormir con Luke en casa era imposible.

Cerré los ojos, pero los tuve que abrir cuando mi celular sonó avisando que había llegado un mensaje. Lo agarré y sonreí al ver que era un WhatsApp de Christian.

De: Christian Grey.

Buenos días, ¿la cruda se está portando bien contigo?

—Yo pensé que ese Dios Griego te daría una patada en el trasero en cuanto se enterara de tu mentira.— Luke se sentó en el piso, aún cuando había sillones para que se acostara como yo.

—Pues ahora si ya somos amigos oficiales.—Le dije sin mirarlo porque le estaba respondiendo a Christian.

De: Anastasia Steele.

Buenos días, es muy temprano para mi:(
La cruda se está portando bien conmigo, el intruso de Luke no tanto.
Qué bonito es el fin de semana.

—Pondré una película, pásame el control.–me dijo Luke mientras se acostaba en el piso.–También pásame una almohada, por favor.

—Que flojo eres, agarra el control tú, estás más cerca.–Le respondí aventándole una almohada.

–Podemos sobrevivir sin ver esa película.–Dijo rendido, los dos éramos tan flojos que no veríamos la televisión solo porque no queríamos levantarnos para buscar el control.

De: Christian Grey.
Me sorprende ver que estes despierta. Hey, Dice Teddy que te extraña.

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De: Anastasia Steele.
Yo también lo extraño. ¿Y si hacemos algo hoy?.

–No puedo creer que hiciste eso.—Chilló Luke, ni siquiera había notado que estaba atrás del sillón leyendo mis mensajes. El chisme mueve montañas.

—Que chismoso eres.

—Christian te está marcando, contesta, contesta.¡Rápido, Anaaaa!

Agarre mi celular mientras le hacía señas a Luke de que si hablaba lo iba a matar. Acepte la llamada y no tardé mucho en escuchar la voz de Christian.

—Lamento llamar sin avisar, ¿estás ocupada?.

—No te preocupes, no estoy ocupada, ¿qué pasó?.–Luke me volteó a ver ofendido.

—Me gusta la idea de juntarnos hoy,¿tienes alguna idea?.

—Estaba pensando en ir por un helado, ya sabes que Teddy es amante del azúcar.–Sonreí.

—No lo sé, no me gusta exponer a Theo en lugares con mucha gente.

—Christian, deja que el pobre niño conozca el sol, está muy pálido.–Dije con un tono burlón provocando que Christian riera.–Anda, a ti también te sentaría bien salir un rato.

–Solo un rato, porque tengo trabajo.

—No todo en la vida es trabajar, aguafiestas. Para eso existen los fines de semana, duh.–Christian volvió a reír.–Te pasó la dirección por mensaje  de una heladería que conozco y me encanta. Nos vemos.–Christian se despidió y colgamos casi al mismo tiempo.

—Bueno, supongo que mi presencia aquí está de más.—Dijo Luke después de haber permanecido en silencio por un rato. Se levantó y se puso sus pantuflas.

—¿Te vas?

—Si, volveré a mi hermosa cama. No te olvides de traerme un bote de helado, acuérdate que tiene que ser mitad Chocolate y mitad fresa.–mi amigo se despidió alzando su mano con un aire de diva. En cuanto cerró la puerta me acomodé nuevamente en el sillón.

Le mandé los datos a Christian para después poner una alarma en mi teléfono para alistarme antes de la hora.

Necesitaba dormir un poco más.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora