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Martes, 3 de noviembre.

—Gracias por visitarnos, vuelva pronto.–le sonreí a la amable mujer, para después entregarle la bolsa en donde se encontraba su pedido.

—Es todo un placer, tengo que decirle a todos mis amigos sobre este lugar. Aquí tienen los mejores cupcakes, sinceramente aquí todo está delicioso.

—Muchas gracias, no olvide recomendarnos.–la mujer me dedicó una sonrisa para después marcharse. Dejé de sonreír casi al instante, sentía mi cara entumida. Muchas sonrisas por el día de hoy.

Tuvimos la mañana muy ajetreada, pero ahorita ya estaba un poco más calmado. Todo estaba en orden por aquí, Vanessa y Aitana estaban manejando todo muy bien. Tenía que ir a revisar si todo estaba bien en la cocina, no era bueno dejar a Luke solo demasiado tiempo.

—Hey, ¿qué haces?.–dije en cuánto entré y vi como Luke parecía estar fotografiando algo.

—Tomando fotos de nuestras obras de arte, necesitamos actualizar nuestro Instagram.

—Okey, encargado de la publicidad. Pero procura no comerte todo nuestro material.–le di unas palmadas en su estómago, soltó un quejido.

—Tal vez no estaría gordito si alguien.–hizo énfasis refiriéndose a mi.—No hiciera unos postres tan antojables.

—Claro, cúlpame a mi.–rodé los ojos, estaba divertida.—Deberíamos ser como Christian e ir a correr todas las mañanas para estar en forma.—Luke y yo nos dimos un vistazo mutuò.

—Muy temprano.–dijimos al mismo tiempo mientras negábamos con la cabeza para descartar la idea.

—Está rebanada iluminó mi día.—Luke estaba encajando el tenedor a un trozo del pastel de red velvet que hicimos hoy.

Iba a decirle que me guardara un poco, pero me interrumpió el tono de mi celular...era una llamada de un número desconocido. Contesté,  la vida es un riesgo, recuérdenlo.

—Aló?

—¿Habló con Anastasia Steele?.–respondió una voz de mujer, ya iba a decir que no era yo, pero la señorita se me adelantó.—Hablamos de la escuela "Pequeños Grandes Pasos".

—Si, soy yo....¿pasó algo?.–se me hacía raro que me hablaran de la escuela de Teddy.—¿Pasó algo con Theo?, ¿él está bien?.–en mi pecho se sintieron unos pequeños piquetes. Hasta Luke me veía confundido.

—Señorita, ¿cree que pueda venir a la escuela?.–dijo sin darme más información, maldita sea, me tiene con el Jesús en la boca.

—Voy enseguida.–colgué. Tal vez había cometido una falta de respeto. Pero esa señora se vio más grosera al no proporcionarme más información.

—Hey, ¿qué pasó?.–Luke me veía preocupado, a lo mejor mi cara ya expresaba mi preocupación.

—Era la escuela de Teddy, no me dijeron mucho, solo sé que debo ir.—Me falta el aire, Luke me pasó mi abrigo junto con mi bolso mientras yo trataba de quitarme el delantal.

—Ve, no te preocupes. Me avisas.–asentí mientras salía de la cocina. Necesito enfocarme, no debo separarme de la realidad.

—Josh.–Se me había olvidado que mi guardaespaldas se había instalado en la mini oficina que teníamos adaptada.—Vamos a la escuela de Theo.–Josh asintió mientras se levantaba del sofá.

—Yo conduzco.–iba a reprochar que ese no era el acuerdo que teníamos.—Anastasia, estás temblando, no puedes conducir así, no te pondrás en peligro.–asentí, no podía llevarle la contraria en este momento.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora