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Christian tuvo que marcarle a Taylor para que en plena madrugadora le llevara ropa limpia y pasara para recogerlo, obviamente se negó a la idea de pedirle a Luke un cambio de ropa. No quiso quedarse a dormir, y yo lo entendía; si se quedaba, lo último que haríamos sería dormir.

—Pasaré por ti después del trabajo, quiero llevarte a un sitio.

—¿Otra sorpresa, Grey?.—volteó a verme con una sonrisa.—Christian, necesitamos hablar, no podemos postergarlo más.–él pasó su mano por mi mejilla para acariciarla.

Quedamos en que hablaríamos el día de hoy, en el lugar al que quería llevarme. No pude sobornarlo para que me contara adonde iríamos, ni siquiera con un ataque de besos pude conseguirlo.

Al llegar al trabajo, Luke comenzó a bombardearme con un montón de preguntas.

—¿Por qué no quieres contarme?.–comenzó a saltar mientras lloriqueaba.–Anastasia, estuve esperando por semanas para la actualización de este drama ¡No puedes dejarme así!.

—No hablamos sobre lo sucedido.

—¡Sucia!.–Luke se llevó las manos a la boca escandalizándolo.—Eres una traviesa.–chocaba nuestras caderas juguetonamente.—Entonces, ¿pasaste una buena noche?, ¡Con razón te ves tan radiante el día de hoy!. Me alegro mucho, ya estaba harto de verte como una muerta en vida, ¡Ya me regresaron a mi Anita!.

Quería decirle que era un idiota, pero sentía que ahora si tenía razón. Me sentía distinta, ¿tal vez una mejor versión de mi misma?. Desde que me vi en mi reflejo esta mañana, me vi diferente, vi un brillo en mis ojos...Si, tal vez estaba "radiante".

Luke estuvo a cargo de la cocina, porque según él, yo hoy estaba en las nubes (si, aceptaba qué tal vez unos ojos grises estuvieran ocupando mi mente y por eso estaba tan distraída), así que no quiso arriesgarse a que yo cocinara, podía quemar todo el local (sus palabras, no las mías). Era un exagerado. Me tocó quedarme en el mostrador, así que yo aproveché para buscar las palabras correctas para conversar con Christian.

—Hey, te ves bien.–Luke llegó a mi lado mientras también se quitaba su delantal. Ya era hora de cerrar y yo estaba tratando de quitarle las arrugas a mi atuendo

—Ya no estamos en esa época, pero yo sigo extrañando la ropa de verano.—hice un puchero mientras daba vueltas para presumirle mi vestimenta.

—Ay ya sé.–Luke también hizo un puchero.—Con este clima solo puedo pensar en cuántas capas de ropa térmica necesito, ¡necesitamos ir de compras!.

—Si.....–arrugue mi nariz.—Eso no va a pasar.

—Entonces, ¿saldrás con Christian?.–asentí.—¿A dónde irán?.

—No me dio muchos detalles, solo me dijo que pasaría por mi.–Mi amigo me veía con curiosidad.

—En este momento están pasando por mi mente muchos escenarios en los que podríamos tener una grandiosa cita.–dijo con entusiasmo.

—¿Podríamos?.

—¡Si!, ya sabes, una salida con todos.–pestañeé rápidamente mientras trataba de asimilarlo.—Podríamos invitar a Elliot y Kate, también a Jack, o a Mia. ¡Estoy tan feliz de que podamos reunirnos en parejas otra vez!. Ya se, ya sé, ¡Hay que ir a la feria!.

—Hey, tranquilo.–necesitaba frenarlo.—Deja primero arreglar las cosas con Christian.

—¿Qué?.–Luke me veía incrédulo.—Anastasia, no me digas que no le has dicho nada.–ni siquiera tuve que decirlo porque le di una pequeña sonrisa.—Es increíble, ¡Siempre haces lo mismo!.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora