—Buenos días, dormilona.–Abrí los ojos al escuchar su voz. No puede ser, pensé que había sido un sueño.
—Buenos días.–sentí como Christian se acercaba para darme un beso.—No.–lo frené, Christian me miró extrañado.—Odio cuando en las películas muestran como los personajes se despiertan juntos y se dan un beso.–arrugué la nariz por el asco. A lo mejor los actores se cepillaban antes de grabar, ¿pero qué pasa cuando eres un simple mortal?.
—Créeme Anastasia, anoche te convertiste en mi sabor favorito.–Christian rió y aun así se acercó a darme un pequeño beso.
—¿Enserio?, yo creía que la vainilla era tú sabor favorito.–bromeé aún cuando estaba toda ruborizada. Era muy temprano para que los dos derrocháramos miel.
—Ven y dame los buenos días como Dios manda.–me atrajo hacia el para unir nuestros labios. Lo agarré de la nuca para profundizar nuestro beso, Dios mío, ¿cómo esto podía ser tan adictivo?. Mordió mi labio inferior con delicadeza provocando que soltara un pequeño gemido. Nos sobresaltamos cuando unos pequeños golpes en la puerta nos interrumpieron.
—Papi.–habló Theo a través de la puerta.—Hey, ¿por qué no puedo entrar?.–el pequeño empujaba la puerta y movía la perilla.
—No puede ser.–Christian suspiraba mientras se acomodaba el pelo rápidamente. Me mordí el labio para no reír.
—¡Christian, no!.–tuve que aferrarme a su brazo para que no se levantara.—No puedes abrirle así, estas desnudo....—Créeme Grey, lo sé porque lo sentí.
—¿Y tú te puedes levantar?.–dijo burlón. Fruncí el ceño porque no le entendía. Ahh, maldición, me estaba albureando.—¿Puedes caminar?.
—Siempre tan egocéntrico. Voltéate para que yo pueda vestirme.
—No puedo creer que me pidas eso cuando anoche.—No pudo terminar su frase porque le aventé una almohada para que se callara.—Okey, Okey.–resignado se dio la vuelta mientras tapaba su cara con la misma almohada que le había arrojado.
Me quite la sábana para despertarme, fue mala idea porque hacía frío y rápidamente mi cuerpo se erizó. Junté mis bragas para después ponerme la camiseta de Christian, al menos me cubría lo suficiente para estar decente frente a Teddy.
—Papá, ya levántate. Te necesito, no encuentro a Ana, creo que se fue.—Christian soltó una carcajada al escuchar a su hijo.
—Tan siquiera ponte esto.–le lancé su bóxer para que se lo pusiera. Dios, estoy tan ruborizada, ni en mi juventud me sucedió esto.
—¿Te he dicho lo diosa que te ves con mi ropa?.–okey, yo creo que parecía tomate en estos momentos de lo roja que estaba.
Descalza fui hacia la puerta para abrirle a Teddy, en su rostro había confusión. Volteó hacia donde su padre y corrió hacia la cama para abrazarlo.
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Somos chocolate
FanfictionAnastasia era tan vainilla. Christian era chocolate. "Tú pusiste mi mundo patas arriba. Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a la vida de mi hijo y a la mía con esa alegria que te caracteriza. Me enseñaste a ver lo d...