Anastasia era tan vainilla. Christian era chocolate.
"Tú pusiste mi mundo patas arriba. Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a la vida de mi hijo y a la mía con esa alegria que te caracteriza. Me enseñaste a ver lo d...
—¡Luce asombroso, Ana!.—Luke aplaudía mientras veía nuestro trabajo terminado.
—Hicimos un buen trabajo.—Choqué los cinco con mi amigo, solo estábamos nosotros. Kate se había ido después de terminar lo que le tocaba.
La casa lucia tenebrosamente linda. Habíamos logrado un buen trabajo a buen tiempo. Luke me ayudó a guardar las pocas cosas frágiles en la habitación de huéspedes, para evitar un accidente. También habíamos cerrado mi habitación. Era fiesta, no motel.
Mi apartamento se veía un poco reducido, pero era por las decoraciones. Del techo colgaban Fantasmitas, telarañas y más serpentinas. En una esquina estaban las calabazas talladas a mano y en un rincón había una araña gigante. La puerta del apartamento también estaba decorada de acuerdo a la temática. Estaba asombrada, este año si nos habíamos lucido.
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—!Los postres se ven buenísimos!.—Luke rodeaba la mesa de postres con muchas ganas de meter mano. Pero yo lo tenía amenazado.
Al invitar a la gente les comentamos que trajeran lo que quisieran comer, tampoco los íbamos a mantener. Nuestros amigos quedaron en traer golosinas, papitas y alcohol. Casi no éramos de dar comida. Yo ya estaba ofreciendo mi departamento, pero aún así me gustaba ejercer mi profesión. Total, hornear es mi don.
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