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No era la primera vez que me quedaba a dormir en El escala. Pero era la primera vez sabiendo que ahora ese sería mi hogar.

A la hora de dormir (para Teddy), decidió que quería que yo lo arropara. Subimos a su habitación y él eligió un cuento para que se lo leyera.
Adoré ver como hacía gestos cada que yo cambiaba de voz para meterme en los personajes, me hacía sentir que su imaginación lograba darle una imagen de las escenas.

—¡Si no te duermes te voy a hacer cosquillas!.–exclamé divertida, Teddy soltó una risita infantil.

—¡Estoy dormido!.–dijo Teddy mientras fingía cerrar sus ojos.

Nunca me imaginé que algún día yo estaría contándole un cuento a un nene para que se durmiera, siempre creí que solo pasaba en las películas o era una cosa que en la actualidad ya no sé hacia.

Yo no tuve un papá o una mamá que me leyeran, o que me dieran un beso antes de dormir. Aprendí a leer cuando tenía 4 años, me tocó madurar e independizarme forzadamente. Nunca te imaginas que eso te provocará problemas en un futuro, nunca te imaginas teniendo "Traumas". Pero creo que cuando uno crece, se da cuenta que la herida siempre estuvo ahí.

¿Y si yo sigo el mismo patrón familiar?.

—Y vivieron felices por siempre.–dije mientras cerraba el cuento.

Me levanté para poner el libro en su lugar, me agradaba pensar en que un futuro Teddy amaría la lectura tanto como su padre (o como yo). Tuve la visualización de un estante repleto de libros.

Teddy leyéndole un cuento a su hermanito....o hermanita.

Me senté en el pequeño campo que había disponible en la cama. Acaricié la mejilla y el cabello de Teddy para quitárselo de su rostro. Cuando me aseguré de que estaba dormido, me levanté para irme. Estaba a punto de apagar la luz, hasta que Teddy me habló.

—Ana.–murmuró.

—¿Si?.–dije mientras volví a sentarme en su cama.

—¿Tú me quieres?.–Teddy apretó sus ojos con fuerza. Mi corazón se ablandó, ¿por qué preguntaba eso?.

—Claro que te quiero, enano.–volví a acariciar su mejilla.—¿Por qué lo preguntas?.

—Mi amigo Josh me dijo que sus padres lo dejaron de querer cuando nació su hermano, dijo que lo hicieron de lado y que preferían al bebé. Después por culpa del bebé se pelearon y ya no están juntos. Me dijo que los hermanos son malos.–Con Teddy adormilado era casi imposible entenderle.—Tengo miedo que por culpa de mi hermanito ya no me quieras.

Un niño de casi 5 años no tenía porque pensar en esto. Entendí que los niños son más fáciles de influenciar, son vulnerables y la gente se aprovecha de eso. Son inocentes.

—Bueno, Teddy.–traté de acurrucarme con él.—Al parecer tú amigo Josh no está en un ambiente muy bonito, y eso es muy triste, un niño no debería preocuparse de otra cosa que no sea jugar todo el día.

—A mi me gusta jugar con mis carritos.–seguía medio adormilado.

—Tu estás en otro ambiente, Teddy. Lamento mucho que tu amigo haya pasado eso.—dije mientras jugaba con su cabello.—A ti no te faltará cariño, tu papá y yo no te haremos a un lado, obviamente no dejaremos de quererte. Tal vez muchas cosas van a cambiar, los cambios siempre dan un poco de miedo, hasta yo estoy asustada.–Teddy volteó a verme,quedó acostado enfrente de mi.—Pero el amor que te tenemos no cambiará, jamás.

—Vas a preferirlo.–dijo mientras veía mi vientre.—Tú si eres su mami, él si podrá decirte mamá. Vas a quererlo más que a mi.–Las lágrimas se acumularon en mis ojos.—Yo voy a compartir a mi papá, ¿por qué tú no puedes ser mi mami?.

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora