—Por favor no destruyas mi casa.—vi como Luke entraba a mi departamento, venía cargado de bolsas. Ya empezaríamos a decorar.
—¡Feliz Halloween!.—mi amigo saludó con mucha energía, le respondí con un quejido pues aún seguía adormilada.—¿Todavía no amanece para ti?.
—No es Halloween, falta un día.
—Vete si vas a estar de aguafiestas.
—Pero es mi casa.–fruncí el ceño al ver que Luke me señalaba la puerta.
Después de haber dejado a Teddy en su escuela, le pedí a Christian que me regresara a mi departamento. Era viernes 30, pero Luke y yo habíamos quedado en que abriríamos el local hasta el lunes 2 de noviembre. Pueden tomarnos como flojos, pero nosotros amábamos Halloween y lo tomábamos enserio (era tanto nuestro festejo que necesitábamos más días para recomponernos).
Cuando Christian me trajo de vuelta a mi hogar, no pude ni avanzar hacia mi cuarto, por eso me quedé tirada en mi sofá. No hice intento de moverme hasta que Luke llamó para avisarme que vendría para empezar a decorar el lugar.
Yo había aceptado a que hiciéramos una fiesta de disfraces en mi casa. ¿Qué podría salir mal?.
—Ana, levanta tu culo flojo, deja de holgazanear. Despierta. Ve y tomate un café.
Esta situación era cómica. Luke siempre era el holgazán y ahora estaba exigiéndome que yo trabajara. Pero tenía razón, necesitaba activarme y hacer algo productivo.
—Odio madrugar.–gruñí mientras me arrastraba rumbo a la cocina para prepararme un café.
No era muy fan, prefería un buen té...pero desde que vi en mi adolescencia la serie de Gilmore girls, me hice un poquito adicta al café (como las protagonistas del programa).
—¿Por qué madrugaste?.—Yo solo veía como Luke sacaba diversos objetos de las bolsas que trajo con él.
—Teddy tuvo un evento hoy donde tenía que ir disfrazado.—Mi amigo asintió como si entendiera todo. Me acerqué a él para enseñarle la foto que le había tocado al mini pirata Grey.
—Muy lindo, ¿Christian estuvo de acuerdo?.
—No le quedó de otra.–reímos.
Preparé mi taza favorita con lo necesario, traté de hacerlo un poco cargado para despertarme un poquito.
—¿Y qué dijo sobre su disfraz de hoy?.—Volteé a verlo confundida.—Ana, ¿no lo invitaste?.
Mierda, ¡La fiesta de hoy!. No recordaba si le había comentado del tema a Christian. Maldita sea, cerebro tienes que despertar.
—Creo que si le comenté.–susurré no muy convencida.
—¿Qué esperas?, ¡márcale!.—Luke me extendía mi celular.
—Puede estar ocupado. No sé si está en una reunión o si tiene mucho trabajo. No me sé su agenda.
—Pues tiene que venir.—mi amigo se cruzó de brazos.—Es tu novio, tiene que estar aquí.
—No es mi novio.–corregí, pero Luke me dio una mirada que me decía "eso nadie te lo cree".—Pero tienes razón, esto puede servirnos como publicidad.
—Lo que tú digas. Ponte a hornear.–ordenó.
El acuerdo era que Luke junto con Kate me ayudarían a decorar el sitio y yo prepararía los alimentos para la mesa de postres. No estaba consciente de cuánta gente estaría aquí, Luke era el encargado de repartir las invitaciones. Claro que lo había amenazado de que no quería tanta gente y que tenían que ser nuestros amigos cercanos, no quería a desconocidos merodeando por mi casa.
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Somos chocolate
FanfictionAnastasia era tan vainilla. Christian era chocolate. "Tú pusiste mi mundo patas arriba. Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a la vida de mi hijo y a la mía con esa alegria que te caracteriza. Me enseñaste a ver lo d...