37

3.3K 288 19
                                    

Ya cuando estuve en el sofá de mi amigo bebiendo un té que me preparó para tranquilizarme, tuve la decencia de preguntarle si podía quedarme en su casa, yo sabía que no era necesario, a veces venía sin avisar (así como Luke), pero aún así necesitaba saber que no le molestaba (Nunca me ha importado eso). Obvio que mi mejor amigo aceptó a ser mi roomie este día.

Por mi mente pasó Christian, ¿debería avisarle lo sucedido?.

De: Anastasia Steele.

—Me corrieron de mi casa. Estoy con Luke.
///////

De: Christian Grey.

—¿Cómo que te corrieron?, ¿estás bien?.

///////

De: Anastasia Steele.

–Suficiente Halloween para mi. ¿Cómo estás?, ¿y Teddy?.

///////

De: Christian Grey.

—¿Segura que ya tuviste demasiado Halloween?, pensé en llevar a Teddy a pedir Dulce o truco.

///////

De: Anastasia Steele.

—¡Vaya, eso es bueno!. Nunca dejas de sorprenderme. Yo me apunto.
/////////

Yo creía que mi día estaría más calmado, pero no quería perderme esta experiencia que Teddy tendría. Además, ¿quién rechaza dulces gratis?.

—Me dijo José que rocíes agua bendita por tu departamento.—Luke estaba ocupado en su teléfono, al parecer ya andaba buscando cazafantasmas.

—Voy a salir.–Ahora si mi amigo me estaba prestando atención. Le encantaba el chisme.—Saldré a pedir dulces con Christian y Teddy, al parecer no quiere despedirse de su disfraz de pirata.

—¿Te disfrazarás?.–negué a la pregunta de mi amigo.—Okey. Ponte tu abrigo naranja y ya.

—¿Bromeas?, yo ahorita no quiero ni pisar mi cuarto.

—Ana, estás en pijama.–mi amigo me señaló.

—Acompáñame, por favor.–le hice un puchero. Luke bufó. No le quedaba de otra.

Luke agarró un paraguas y las llaves (de mi departamento y el suyo), planeaba defenderse con eso. Caminamos con temor a mi casa, mi mano tembló cuando abrimos la puerta. No había nada a la vista

—Pásale.–empujé a Luke.

—¿Yo por qué?. Es tu casa, entra tú.–me devolvió el empujón, y así duramos rato empujándonos.—Está bien, que muera el gay primero.

Yo iba atrás de Luke sujetando el paraguas, tenía que esconderme detrás de él. Inspeccionamos la cocina, el living, el baño principal, la habitación de huéspedes. Faltaba mi habitación, y mi puerta estaba entre abierta. Luke empujó la puerta, aquí si entramos con más miedo. En cuanto entramos sentí que había pisado algo. Apreté la mano de Luke con fuerza, no podía hablar. Mi amigo siguió mi mirada, el también dirigió la vista hacia mis pies.

Uno de mis labiales destruído junto con una polaroid.

Uno de mis labiales destruído junto con una polaroid

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora