Continuamos nuestro camino uno al lado del otro, abriéndonos paso entre la gente para llegar al recibidor.
—¿Puedo preguntarte algo, Gilly? —susurro su nombre para que nadie más que él lo escuche.
—Siempre estoy listo para tus preguntas.
—¿Cómo hiciste para liberarte antes del trabajo? Porque a esta hora seguirías en el campo, ¿No?
Él vacila en responderme.
—Bueno, digamos que me estoy tomando un descanso que después voy a tener que compensar.
Suena casual, pero solo intenta decorar aquello que más temo.
—Y, ¿Cuándo vas a compensarlo? —curioseo.
Murmura algo indescriptible.
—¿Podrías repetirlo?
—Voy a trabajar al finalizar la fiesta —menciona quitándole importancia. Pero para mí es algo serio.
Esto va a terminar muy tarde, ¿Y él va a trabajar en vez de descansar? ¿Va a ir a mi casa mañana sin haber dormido?
—De todas maneras, solo va a ser hasta terminar lo que se suponía que debía hacer hoy. Cuando lo finalice, me voy —agrega al notar mi preocupación.
—No es justo —opino—. Se suponía que trabajabas para nosotros para ayudarte económicamente, no para explotarte.
—No, Emma. Yo trabajo para ustedes para ayudar a tu padre. Bueno, en realidad, ni siquiera lo hago por Luther —me observa con una sincera sonrisa que explica su verdadero motivo—. Vi tu miedo al pensar en que le pasara algo a tu padre la vez que se desmayó. Él necesita ayuda, y al ayudarlo siento que también te ayudo a vos —se encoge de hombros—. No necesito más razones para quedarme.
Es tan bueno que no ve que lo están pasando por arriba. ¿Cómo puede no importarle la manera en como lo tratan?
—Igualmente voy a hablar con mis padres. Los voy a convencer para que...
—Por favor, no lo hagas, damisela. No te metas en más problemas por culpa mía.
¡No! No uses ese tono conmigo, Gilly. No me hables así a propósito para que ceda. En el fondo, sabés bien que no voy a poder quedarme callada mientras te utilizan como esclavo.
—¿Puedo preguntarte algo yo, ahora?
—Tiene toda mi atención, caballero.
Sonríe al escucharme, pero luego su mirada se torna seria.
—¿Por qué estuviste tan mal los últimos días?
Su interrogante me toma por sorpresa.
Es verdad que últimamente no estuve bien. Supongo que el beso me dejó confundida, y me replanteé muchas cosas. Desde mi relación con Lucca, hasta la posibilidad de quedarme con el trabajo de niñera aún después de pagar lo que adeudo. Pero, sobre todas las cosas, pensé mucho en mis sentimientos hacia Gilly.
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¡No Soy Una Damisela En Apuros!
Historical Fiction¿Estás preparado para convertirte en el nuevo escándalo de 1929? Emma posee una habilidad especial, meterse en problemas. Conoce a alguien nuevo, con quien comparte el mismo amor por las travesuras. Sin embargo, es un simple empleado, así que lo dis...